Hemos de reanimar y resucitar el mercado inmobiliario cuanto antes.
Creo que eso depende de tres factores:
a) La llegada a un punto de realismo en la valoración de los inmuebles. Ya se habla de una caída del 30%. No hemos de estar lejos del punto de recuperación. Cuando quienes hayan de comprar no duden de que los precios vayan a seguir bajando, e incluso crean que hacen un buen negocio.
b) La recuperación del acceso al crédito.
c) La recuperación del empleo, paralela a la recuperación del crecimiento económico.
Creo que el punto más importante es el primero. Cuando se alcance se pondrá en marcha el mecanismo de la recuperación, lento al principio, pero girando en la dirección adecuada. Después del punto a) se activará el c) y por último llegaremos al b).
Por eso creo que es tan importante que de una vez por todas los poseedores de activos inmobiliarios asuman precios que hagan atractiva su compra. Acepten que los inmuebles no tienen un valor por sí mismos, sino cuando haya alguien que los compre. Un precio fuera de mercado no es un precio, es una quimera.