Los agujeros negros son los restos de una estrella que ha colapsado debido a su ingente gravedad. Su gravedad es tan grande que nada puede detener el colapso de la estrella, así que esta se comprime, y se comprime, y se comprime...
Para poder entender el corazón del agujero negro, lo que se conoce como singularidad, necesitamos una teoría física capaz de unir al relatividad y la mecánica cuántica, algo que de momento no tenemos, aunque ya se están haciendo diversos intentos, como son la teoría de cuerdas o la gravedad cuántica de bucles.
Aquí había un enigma que la ciencia ha resuelto. Las observaciones indicaban que estos discos de acreción emitían rayos X tanto de baja como de alta energía. Pero la teoría sobre este tipos de fenómenos físicos no estaba lo suficientemente desarrollada y no parecía ser capaz de explicar la emisión de rayos X de alta energía. Gracias a un grupo de científicos de la Universidad Johns Hopkins, de la NASA y del Rochester Institute of Technology este misterio ha sido resuelto.
En el estudio se muestra que la temperatura del disco de acreción alcanza los diez millones de grados centígrados. Debido a estas temperaturas, el gas emita rayos X de baja energía. Pero sabemos, porque las observaciones así lo indican, que también se emiten rayos X de alta energía. El equipo de científicos dirigido por Julian Krolik, ha demostrado por primera vez, que la emisión de dichos rayos X de alta energía no solo es posible sino que es inevitable que se produzca cuando el gas cae hacia el agujero negro.
Según parece, esos fotones altamente energéticos de rayos X, provienen de una región de gas tenue y tremendamente caliente, mucho más caliente que el disco de acreción, a dicha región se la conoce como corona, esa es la fuente de esos rayos X de alta energía.
Decía Carl Sagan que la ciencia es como una vela en al oscuridad, y este descubrimiento nos sirve de ejemplo, la ciencia vuelve a iluminar con su luz una parcela de nuestra ignorancia, dándonos una vez más, la respuesta a nuestras preguntas.
Vía Johns Hopkins University