Resultado de la hormona Antimulleriana (AMH)

Por Clara Ingeniera @mamaingeniera

En la primera visita a la clínica de infertilidad que tuve el mes pasado, la ginecóloga estudió detenidamente todos mis análisis hormonales. Dado que mis valores de FSH eran altos, me prescribió un análisis de la hormona Antimulleriana (AMH de aquí en adelante).

La AMH es una prueba, relativamente nueva, que mide la reserva ovárica, de modo que, junto al recuento de folículos antrales, es posible predecir la vida fértil de una mujer.

La sospecha de la ginecóloga de que tenía un fallo ovárico precoz, se ha confirmado con el resultado de esta prueba. A pesar de que sabía que la ginecóloga estaría en lo cierto, verlo plasmado sobre papel, me hizo mucho daño.

Un fallo ovárico precoz es exactamente eso. Los ovarios dejan de funcionar antes de tiempo. Mi menopausia está cerca. ¿Recordáis lo que os contaba de mis antecedentes reproductivos? Pues bien, la menopausia precoz sí que es hereditaria.

Aunque de momento presento un fallo ovárico oculto, pues aún no tengo síntomas evidentes de la menopausia precoz, como los sofocos o la ausencia de menstruación, la insuficiencia ovárica es suficiente para que la ginecóloga me recomendase hacer una FIV.

El resultado de mi AMH es de 0,77 ng/mL, siendo lo normal un valor superior al 2,2 ng/mL. La ginecóloga ha remarcado que tengo una reserva bastante baja para mi edad, y que estando por debajo del 1, lo más probable es que no consigamos muchos óvulos, pero tiene la esperanza de que debido a mi edad, estos sean de calidad. De todos modos, esto no se sabrá hasta el momento de la verdad.

¿Qué queréis que os diga?

Es un diagnóstico de mierda. Y aún doy gracias de haber empezado a buscar hijos antes de los 30. Si hubiese tardado un poco más, a saber si me quedarían óvulos.

Intento ser fuerte, llevarlo de la mejor manera posible, porque sé que para la FIV, tengo que estar bien. Pero por dentro estoy rota. Las estadísticas dicen que a 1 de cada 1000 mujeres les ocurre antes de los 30. Tengo miedo, mucho miedo. A ratos me siento perdida, y de repente tengo todas las fuerzas del mundo. Es una vorágine de sentimientos muy difícil de controlar.

Ahora el tiempo es mi enemigo, y si ya tenía prisa por ser madre, ahora está totalmente justificado. Si quiero hijos, los tengo que tener YA.

Gracias al universo, tengo a la majísima Inés dándome los mejores consejos. Ella pasó por esto antes que yo, y ahora siento que sólo ella puede entenderme.

Sólo espero que mi regla no me fastidie más y que podamos empezar la FIV con el siguiente ciclo. Tengo muchísimas ganas e ilusión, pero eso no quita que esté aterrada por el proceso.