Dentro de la feria Alimentaria, que se celebró en Barcelona a principios de Abril, la DO Catalunya organizó un taller conjugando dos de los alimentos que mejor expresan el carácter mediterráneo de Catalunya: el vino y los calçots. El objetivo de la sesión era encontrar los vinos que mejor se adaptan a uno de los productos con más tipicidad e identidad catalana, los calçots de Valls (Tarragona), tan famosos que cuentan con su propia Indicación Geográfica Protegida. Los asistentes al taller fuimos (y digo esto, porque nosotros también asistimos) un grupo heterogéneo, entre profesionales y consumidores finales, de orígenes diversos, para poder pulsar realmente diferentes sensibilidades y puntos de vista.
A pesar de que de las aportaciones al debate todo hacía prever que la propuesta de vino rosado y vino blanco para la calçotada había sorprendido y seducido a muchos de los asistentes, de las fichas recogidas al final del taller y de la recopilación de las opiniones reflejadas en las mismas, se deduce que el vino que más gustó para una calçotada a los invitados fue el vino tinto de crianza, seguido del vino rosado. (He de decir que es cierto que a mi personalmente me sedujo mucho la opción del rosado).
Los vinos que participaron en este taller con la calçotada fueron: Bach Chardonnay 2013 de Masia Bach, Idoia 2012 de Ca N’Estruc, Synera 2013 de Bodegues Roqueta, Petit Albet 2013 d’Albet i Noya i Coronas 2011 de Bodegas Torres.
Reconocéis a alguien?
La DO Catalunya agradece a la IGP Calçot de Valls, al restaurant de calçotades Cal Ganxo y a todos los asistentes a la actividad su aportación a un debate que resultó de lo más diverso y enriquecedor, así como su compromiso con dos productos tan identitarios e importantes para el territorio como son el vino y los calçots. Por nuestra parte, agradecemos a la DO Catalunya la invitación a participar en este taller, y a Cal Ganxo sus ricos calçots y su espectacular salsa romesco !!