Otro debate llega a su fin. Gracias a todos los participantes que han querido compartir su opinión y punto de vista al respecto, realmente todas las aportaciones han sido muy interesantes y curiosamente no del todo incompatibles.
Ahora sí, creo que es justo que también dé mi opinión. De forma rápida, lo voy a ejemplificar con el género que considero que crea más controversia, el romántico, ya que parece ser el más fácil para establecer una correlación directa entre lector y tipo de lectura. Mi experiencia me dice todo lo contrario; sé de personas que ni por asomo tienen un atisbo de romanticismo en su forma de ser y disfrutan leyéndolo.
Como decía Juan Rescalvo, estoy de acuerdo en que los factores socioculturales pueden determinar gran parte nuestras elecciones, también nuestros estados anímicos como otros apuntaban. Pero junto a la particular concepción individual de la vida, pienso que lo que realmente harán es incidir en la valoración final del libro, no esencialmente - aunque puede ayudar - en el género.
Al igual que Lydia Leyte, concibo la lectura como "evasión de la realidad". Mi elección de lecturas depende, más que de un género, del tipo de historias que realmente consiguen que me abstraiga de mi mundo. Por tanto, yo diría no, no somos lo que leemos. Pero en el próximo debate tendremos oportunidad de debatir en una segunda ronda si, como algunos estudios apuntan, las lecturas influyen en nuestra personalidad. Invitados estáis...
¡Feliz domingo!