La Fase de Grupos de la Copa Santander Libertadores ya comenzó y empezó a dejar algunas certezas para que el resto de los equipos presten atención. La primera es que el Internacional de Porto Alegre mostró toda su chapa de candidato para recuperar el título que cedió el año pasado. El equipo de D’Alessandro y compañía anotó su nombre a una lista a la que también se puede sumar el Nacional uruguayo que dirige Marcelo Gallardo, que se anotó un triunfazo en la cancha del Vasco da Gama.
De los diez partidos que abrieron los grupos, sólo tres visitantes pudieron gritar victoria. El primero fue el Cruz Azul mexicano, que lavó un poco la pobre imagen dejada por sus compatriotas Chivas (apenas igualó con Deportivo Quito) y el ya eliminado Tigres. La Máquina Cementera puso primera en la Copa gracias a la brillante actuación de su delantero Javier Orozco. El ‘Chuletita’ martirizó a la defensa del Nacional paraguayo.
También en Paraguay se vio la goleada de la tercera semana. Se la propinó el renovado Libertad a los peruanos de Alianza Lima.Los de Burruchaga arrancaron perdiendo desde el arranque con un golazo de Arrué. Pero apareció el ex Banfield, Luciano Civelli, para igualar las cosas y después fue un festival gumarelo. Terminó 4 a 1 sólo por la ineficacia de los delanteros paraguayos ya que los Íntimos peruanos no supieron qué hacer cuando se encontraron ganando.
La grata sorpresa de la semana la dio Bolívar en Chila. Y eso que el equipo celeste no se llevó la victoria de la cancha de San Carlos de Apoquindo de la Universidad Católica, pero tuvo un estilo de juego protagonista, en el que siempre fue en busca del arco rival y por momentos superó a un local que se vio sorprendido. Tras el 1 a 1 quedó en claro que los bolivianos podrán animarse ante cualquiera y varios jugadores para tener en cuenta. ¿Un nombre? Rudy Cardozo.
Los dos equipos que mejor se mostraron en su debut en la Segunda Fase fueron Internacional y Nacional de Montevideo. Los gaúchos no tuvieron problemas para superar a un Juan Aurich muy limitado pero que no tuvo chances ni siquiera de inquietar al rival. Y el Tricolor hizo pata ancha en casa del Vasco da Gama y se llevó con autoridad un partido que se le complicó más por ineficacia propia que por aciertos del local.
Esto recién empieza y es claro que se tiene que conjugar muchas para aspirar a ser protagonista. Pero en la Copa Libertadores todo puede pasar y por eso es el torneo que todos quieren ganar.