Dicho esto pasamos al meollo. Esta vez la cita se celebraba en el Museu Maritim de Barcelona, un lugar que no conocía y que me sorprendió muy gratamente, tanto que estoy deseando visitarlo nuevamente pero esta vez para ver la exposición permanente.
Pero no todo era color de rosa en dicho lugar. La zona de los patrocinadores me pareció escasa ya que había, a simple vista, menos que en otras ocasiones y estaban más apiñados, son stands mucho más pequeños. Por otro lado la sala donde se realizaban los desfiles era la peor en la que he estado en las 4 ediciones a las que he acudido hasta el momento ya que había demasiadas columnas que tapaban la visión y el desnivel de las grada era muy pequeño por lo que si estabas sobre la fila 5 no veías nada ya que la 4 estaba casi a la misma altura, a lo que hay que sumar una no muy buena iluminación. Sacar fotos de los desfiles era, como os podéis imaginar, misión difícil si no estabas en la primera fila. Que quejica parezco… venga, voy a contaros cosas buenas. Las colecciones presentadas me parecieron, en su mayoría, muy ponibles y vi piezas preciosas. El ambiente era muy agradable y la amabilidad y el buen rollo estaba presente tanto en el personal de la organización como en las personas que estaban e los distintos stands y en las pop-up stores.
El primer día, coincidiendo con el desfile de Desigual, se estaba celebrando una sesión de fotos con Rossy de Palma como protagonista, y pudimos ver in-situ como es una sesión de este tipo.
En resumen, que lo pasé muy bien, aunque ir de desfile en desfile es agotador. Pero sarna con gusto no pica. Os dejo un resumen en fotos y vídeo de mi paso por esta edición: