Sorprende la gran actuación de Paraguay en la primera ronda, que apoyada en la actuación del delantero del Benfica, Derlis González, ha conseguido su pase a octavos después de la victoria ante México y sendos empates ante Grecia y Mali. Equipo muy competitivo, con predominio de jugadores de la liga local, y donde destaca además la figura de Antonio Sanabria, jugador del Juvenil A del FC Barcelona y de la generación del 96.
Mal papel de México, a priori una de las candidatas a dar de qué hablar en el campeonato, pero que finalmente pasa a la siguiente ronda por los pelos, como una de las mejores terceras. Con Jorge Espericueta a la cabeza, la tri esperaba repetir la hazaña del Mundial Sub-17 de 2011, y para ello trajo a gran parte de aquel elenco, aunque los resultados han sido más que decepcionantes para una selección que se apagó durante tramos vitales de partido, lo que le costó puntos ante una selección superior en experiencia como es Grecia, y una en principio más competitiva como Paraguay.
Otro de los conjuntos más débiles del torneo, pero Mali supo plantarle cara a las dos selecciones clasificadas, rascando sendos empates en ambas ocasiones, y con el orgullo de marcharse de Turquía con dos puntos conquistados. Falta de experiencia, errores tácticos, principalmente defensivos y de marcaje considerables, y ausencia casi total de dominio del balón son algunos de los aspectos que han condenado al conjunto africano a lo largo del torneo.
Apoyándose en los goles del delantero de la Universidad Católica, Nicolás Castillo, Chile ha conseguido hacerse un hueco entre los clasificados para la primera ronda tras sufrir de sobremanera ante Irak en su último encuentro. Con la estrella del delantero del Manchester United, Ángelo Henríquez, el equipo chileno ha sido capaz de solventar sus dudas principalmente en la defensa basándose en contras letales y un buen juego por las bandas, donde destaca el extremo del Sevilla Atlético, Bryan Rabello.
Con la satisfacción de haber vencido a Inglaterra en la última jornada, los faraones vuelven a casa después de haber hecho un discreto torneo, en el que cabe resaltar a su capitán Rami Rabia, y a otro mediocentro, Trezeget, ambos jugadores del Al-Ahly del Cairo. Jugadores con poca experiencia fuera de Egipto, pero que ha demostrado que el trabajo combinativo, principalmente su centro del campo es su principal fuerte.
Catastrófico el papel de los pross, que emulan el papel del combinado Sub-21 en el pasado europeo de la categoría, quedándose fuera en la primera ronda. Una de las favoritas a llegar como mínimo a semifinales, pero que sucumbió ante sus rivales, dejando en evidencia la necesaria reforma en las categorías inferiores inglesas. A pesar de contar con jugadores destacados de la talla de Harry Kane, Alex Pritchard o Ross Barkley, los británicos vieron como fue Sam Johnstone, guardameta del Manchester United, el mejor jugador del equipo, salvando al conjunto de Peter Taylor de una debacle mayor aún.
Sobreponiéndose a la derrota en el partido inaugural ante Croacia, la selección de Uruguay desplegó su mejor juego en las dos restantes jornadas, incluso goleando 4-0 al débil combinado uzbeco. Con el central del filial del Atlético de Madrid, José Giménez; el desequilibrante extremo del Inter de Milán, Diego Laxalt; y el determinante ariete del Girondins de Burdeaux, Diego Rolán, los uruguayos sellaron su pase a octavos, donde si son capaces de jugar al igual que en las dos últimas jornadas, tienen posibilidades reales de acceder a cuartos de final.
Otra de las sorpresas del torneo al acceder a octavos como una de las mejores terceras de grupo, los uzbecos pasan a la siguiente ronda después del empate ante Nueva Zelanda y el empate ante Croacia. Con la selección de Igor Sergeev en punta de ataque, los uzbecos se aferran a los errores rivales y a su capacidad de sorpresa en el juego aéreo con el fin de intentar colarse en los cuartos de final.
Floja actuación de los neozelandeses que se marchan sin haber conseguido ningún punto, y tras haber sido apabullada por todas las selecciones, incluyendo Uzbekistán. Pocas conclusiones de sacar de un equipo, que condenado por sus garrafales errores defensivos, abandona este Mundial como uno de los conjuntos más pobres del campeonato.