Se trata de una nueva variedad de pan basado en el llamado Pan Negro de posguerra pero adaptado a la actualidad aunque respetando la fórmula, la forma y el aspecto final del producto. El resultado es un pan equilibrado, con un agradable sabor final en boca, de miga húmeda y consistente, horneado sobre piedra refractaria dándole así una corteza similar a la del pan originario.
Esta nueva creación, bautizada como el Pan Negro del Siglo XXI, fue presentada en el Museo Industrial del Ter, cuya iniciativa fue apoyada por el Ayuntamiento barcelonés de Manlleu y por Emili Teixidor, el cual relató a Francesc Altarriba sus recuerdos sobre el Pan Negro.
También cabe destacar que la panadería barcelonesa L´Obrador del Molí, ha realizado también su particular homenaje al Pan Negro, elaborando un pan a base de harina de trigo, hinchado y malta, evocando el sabor del pan de entonces. La iniciativa ha sido fomentada por el Sr. Jordi Gallés, Director General de Europastry, el cual afirma que “a través de este pan, abuelos y nietos compartirán experiencias y recuerdos con la ventaja de que el producto actual es de altísima calidad”.