La anotación del Libro de Cuentas de la Iglesia, de 1.497, sugiere que ya había altar y retablo en la Capilla Mayor, sujeto al muro oriental. Un año después se indica que el “…gasto a costa del Retablo”, y en el periodo 1.500-1.506 aparecen anotadas limosnas y mandas para el mismo fin que sugieren que fue terminado en estas fechas.
La luz señala donde estuvo el altar mayor. Cortesia de la A.C. Hijos de La Vereda
En 1.523 se pagó al artista que pintó a San Blas y Santiago (además del arco y las paredes), enmaderó y doró la hornacina de la Virgen Blanca. Hacia 1.528 se ordena “enlavar y apretar las tablas del retablo que está a par de la Custodia del Santísimo Sacramento”. El arreglo debió repetirse en 1.559 ya que se hace un “pago al tallador en aderezar el retablo.”
Pero, ¿como era? Posiblemente rectangular y de tres calles. En la central, de mayor altura, la Virgen Blanca con el niño en brazos (ya se la llamaba así en 1.546), situada en una hornacina de madera dorada; a sus pies, sobre el Altar Mayor, el sagrario a modo de tabernáculo de madera dorada (de 1.630), regalo del cardenal Portocarrero (Señor de Palma del Río, ¡que casualidad!).
Las imágenes de la iglesia fueron destruidas el 25 de julio de 1936; el retablo y el altar mayor fueron desmontados; parece ser que las maderas fueron cortadas. Y lo sabemos por la A.C. Hijos de la Vereda y por ello podemos contarlo. Nuestro agradecimiento por siempre.
Lar-ami
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