Para ratificar su solicitud de independencia, además de los argumentos ya expuestos, Retiendas detalla una relación de inconvenientes que sufrirían los vecinos en caso de no obtenerla, según recoge el libro de actas:
- La distancia a Tamajón es ¾ legua por un camino pedregoso, penosísimo y casi intransitable en invierno por el arroyo; a veces viene tan crecido que impide pasarlo.
- Cuando alguno es citado por el alguacil, además de abandonar su labor y pasar tan mal camino, hay veces que no encuentra al alcalde y tiene que volver otro día, con el perjuicio que conlleva.
- Nunca se ha conocido otro gobierno que un regidor dependiente de Tamajón, con facultades tan limitadas que solo entiende el arreglo de la Tabla y Distribución de diezmos.
- El regidor es tan poco respetado que apenas puede mediar en pendencias sin exponer su persona, ya que no tiene vara de justicia. Incluso en alguna ocasión fue mofado y maltratado.
- Los vecinos de Retiendas experimentan asperezas y dilaciones de la justicia de Tamajon, cuyos vecinos siempre han abrigado un resentimiento particular, mandándoles a la cárcel con el más leve motivo. Y cuando se pone preso a alguno, se hace más difícil la consecución de su libertad.
Y manifiestan que no persiguen un perjuicio a terceros, sino una “notoria utilidad al pueblo y al estado”, por lo que solicitan la independencia y el privilegio de villazgo.
Lar-ami