El retiro laboral es uno de los temas de mayor importancia y relevancia dentro de la gestión financiera personal, ya que todos, de alguna manera u otra, somos potenciales jubilados, y la única manera de que no lo seamos es que muramos a temprana edad, algo que no creo que esté dentro de nuestros planes.
Sin embargo, el tema del retiro laboral es algo poco usual en quienes laboran, ya sea porque no se han detenido a pensar en él, o bien porque lo han hecho pero a razón de que lo ven distante o postergable, entonces no le dan la importancia que se merece.
No obstante, ya sea que queramos o no, cada día o año que pasa representa una proximidad mayor a lo ineludible de una reducción de capacidades y posibilidades, que de manera sorpresiva, aunque ha sido un proceso lento y silencioso, nos hacen ver que ya no somos los mismos; y que lo que hacíamos hace algunos años atrás tenemos que dejárselo a alguien de menor edad; y probablemente, más preparado que nosotros.
Ante esta realidad me vino la inspiración, y partiendo de mi propio plan, de hablar sobre este tema. Porque entiendo que es de vital importancia, para quienes están en edad productiva, que se preparen de manera adecuada para esto que se avecina dentro de algunos pocos años; y que hagan el acopio de lugar.
Por lo tanto, voy a compartir contigo algunas pautas que debes tomar en cuenta, ahora en tu juventud, para la planificación de tu retiro laboral. Y que empieces a llevarlas a cabo desde hoy, ya que mañana puede ser tarde.
Son varias las personas próximas a mí que deberían estar en retiro, pero por un tema económico y de sostenibilidad no han podido hacerlo. Esto es algo común en nuestros días.
De hecho, no todos los países de Latinoamérica han tenido un sistema de pensiones adecuado en el tiempo; y los que sí lo tienen son relativamente nuevos; teniendo como resultado que no logran cubrir a esa población de personas que han hecho pocos o ningún aporte al sistema de pensiones actual; porque "entraron tarde" y no tienen la cantidad suficiente de dinero acumulado para tener un retiro digno.
En ese sentido, luego de una larga conversación con alguien que está pasando por la situación de querer retirarse y, por temas de no tener la capacidad financiera para sostenerse en la vejez, está obligada a seguir trabajando igual o mayor que antes para sostenerse; y esto me ha permitido llegar a ver la importancia de preparase para el retiro laboral, ahora, en la juventud.
En esencia, lo que sucedió con esa persona es que no se preparó para lo inevitable de vejez.
No hizo acopio de un plan adecuado, en el tiempo prudente, en donde ponderara una serie de variables intrínsecas de la edad de retiro, las cuales ahora, le pasan factura.
Esto trae consigo la siguiente conclusión: " Preparase para el retiro laboral es un asunto de juventud "
¿Por qué?
Porque la juventud es la etapa en donde tienes mayor capacidad productiva. En la juventud es cuando puedes durar hasta altas horas de la noche preparando un reporte o haciendo mayor número de gestiones para lograr el objetivos que te planteas; y cuando puedes hacer cambios, aun drásticos, en términos laborales y profesionales, con un menor riesgo que a una edad avanzada.
Imagínate que una persona que pase de los 55 años quiera iniciar una carrera de medicina. Aunque es algo que va a salir en los libros de records y se verá como algo loable, en la práctica no es algo funcional, porque, sin lugar a dudas, con la camada de nuevos médicos jóvenes, que tienen un mayor contacto con las nuevas tecnologías y tendencias, la competencia es, literalmente, desigual y abusiva.
Tomando esto en consideración, y partiendo de que durante la juventud es que tienes mayores capacidades de producción, entonces, sin lugar a dudas, el retiro es un asunto de juventud, en donde debes, desde ahora que eres joven, hacer la planificación y el acopio necesario para solventar esa etapa tan importante de la vida.
Partiendo de la importancia que tiene planificar tu retiro desde tu juventud, quiero compartir contigo algunas pautas que puedes implementar, de manera práctica, desde ahora, para planificar tu jubilación.
Tomando en cuenta que, esta es una de las planificaciones financieras, quizás, más sencillas que puedas hacer; ya que implica un muy largo plazo (25-35 años) y no requiere de muchos elementos más que de la disciplina, consistencia y el enfoque en la meta que te propongas, para lograr el éxito en este emprendimiento.
Pauta No. 1: Define una edad de retiro
Lo primero que debes hacer en todo este proceso es definir la edad en la que te quieres retirar. Esto partiendo del momento en que entiendes y quieres estar libre de la responsabilidad laboral.
Ojo con esta parte. Retirarse no significa dejar de trabajar. Sino, asumir un rol en donde tengas una actividad, que bien puede ser remunerada, pero que no requiera que estés cumpliendo un horario o una responsabilidad de empleo o empresarial.
Por lo tanto, esa edad de retiro que elijas debe permitirte llevar acabo otras actividades profesionales o no, que den sentido a tu vida, sin la responsabilidad de "vivir de ellas".
En ese tenor, la recomendación es que esta edad cubra un promedio de 25-30 años, o un poco más.
La razón de ser de esto es que este tipo de proyectos, como mencioné anteriormente, implica un largo plazo, y para que no te sea forzoso, es prudente que elijas un rango de tiempo que te permita desarrollar el proyecto con poca o ninguna complicación o estrés financiero en tu flujo de efectivo.
Pauta No. 2: Establece una estrategia de ahorro e inversión
Luego de definir la edad del retiro, hay que ponerle números al plan y empezar a prepararse para dar inicio a este emprendimiento. Estos números parten de la estrategia que vas a llevar a cabo. Y, como es algo a largo plazo, la estrategia idónea es una combinación de:
Las preguntas que surgen son: ¿Cuánto ahorrar? Y ¿Cuánto y cuándo invertir?
Para esto, debemos separa una acción de otra en etapas, aunque al final ambas estén vinculadas y se complementen una a la otra.
En el caso del ahorro, que es la primera etapa. Debes definir una porción mensual y un monto tope de acumulación.
Esto se traduce en que vas a elegir qué tanto vas a ahorrar consuetudinariamente, cuál es ese monto total que vas a tomar para invertir.
En otras palabras, si decides ahorrar $1 mensual, y tu meta es $12 entonces, al final del año, cuando llegues a tu meta, significa que vas a tomar los $12 y los vas a invertir, que es la segunda etapa de la estrategia.
Al pasar a esta etapa en donde inicias la inversión, debes elegir los instrumentos que vas a utilizar. Puedes establecer una combinación de bolsa de valores y certificados financieros. Aunque es muy probable que tu primera inversión sea un monto bajo, y quizás vas a iniciar con los certificados financieros.
Entonces, en la medida en que tu inversión va creciendo, sigues ahorrando el mismo monto inicial que definiste, y después de varios ciclos cumplidos, estarás generando, tanto ahorro como beneficios por la inversión que cada año o monto determinado.
Pauta No. 3: Pólizas de seguro
En tercer lugar debes ponderar sacar pólizas de seguro enfocadas al retiro. Como he explicado en varias ocasiones anteriores a esta, existe una póliza de seguro para, prácticamente, cualquier situación o circunstancia.
Y cada una de ellas contempla la realidad individual o grupal de quienes la adquieren.
La ventaja de este tipo de instrumentos es que fungen de manera muy efectiva bajo las circunstancias que se plantean dentro de la misma póliza, y no requieren de altas sumas de dinero para llevarlas a cabo.
No obstante, todo estará sujeto al tipo de póliza (cobertura, escenarios, etc), sin embargo, estoy muy seguro de que habrá una que se acople tanto a tus expectativas como a tu presupuesto.
En ese tenor lo mejor es asesorarse con un especialista en estos temas para que, luego de una evaluación que incluye tu realidad financiera actual, tus expectativas y la inversión que estás dispuesto(a) a hacer elaboren juntos una póliza de seguro que se ajuste a tus necesidades y capacidades financieras.
Pauta No. 4: Disciplina, consistencia y enfoque
Por último debes hacer un compromiso contigo mismo(a) de ser disciplinado(a), ser consistente y mantener el enfoque.
Recuerda que este es un plan a largo plazo y que los frutos se verán al pasar de los años, y estos resultados tienen como norte algunos 25 a 30 años. De manera que perder la disciplina, la consistencia y el enfoque, representan el fracaso de este proyecto que debes y tienes que iniciar.
El retiro laboral es, sin lugar a dudas, algo de juventud a lo cual, si eres joven, debes prestarle atención. Tomando en cuenta que el tiempo pasa, y puede llegar el día en que, luego de pasar los años, quieras retroceder en el tiempo, y eso, hasta ahora, solo pasa en películas.
De manera que la invitación es a que hagas conciencia de la importancia de este tema y definas esa edad en la que te quieres retirar, elijas la estrategia adecuada, adquieras una póliza de seguro y tengas la disciplina, consistencia y enfoque necesarios para logarlo.
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