Parece que
Cerca del piano negro para escribir una historia
está la lámpara que ilumina tenue, la habitación
sin punzón que hiera sus haces de luz.
Parece que,
si en el alfeizar de la ventana la maceta florece
queda abierta al público la exposición.
como una palabra en rojo bermellón,
parece que,
grita como un silencio sordo,
mezclándose con el ruido que entra de fuera
desde esa pared inclinada
de un inoportuno prejuicio marmóreo,
parece que
grita dentro, como un eco demasiado sonoro
Y fuera, en la calle titila el cristal de la ventana
quedó en el escaparate el cuadro de la codorniz
deshecho con su color artificial.
parece que,
esta será otra historia.
Texto: Carmen Martínez Marín