El respeto y el móvil
Érase una vez cuándo los móviles se utilizaban para hacer llamadas. Hoy en día es otra historia. Mi móvil sirve para escribir, tuitear, facebookear, instagramear, whatsapear, tomar fotos... muchas de estas actividades no tienen otro fin que entretenerme, sin avanzar ningún proyecto, sin tomar en cuenta a la persona que tengo sentada en frente. Al dividir mi atención entre tú y el móvil, dejo de prestar atención a lo que tú me cuentas. Y eso, en realidad, es una falta de respeto.
La maravillosa invención del buzón de voz
¿Qué pasa si no retuiteas una mención tuya inmediatamente? La mención se quedará ahí para cuando tengas tiempo ¿Qué pasa si no respondes a este mensaje whatsapp en este instante? El mensaje esperará a que lo respondas más tarde. ¿Qué pasa si no respondes esta llamada con número desconocido? La persona dejará un mensaje de voz para que le puedas responder la llamada en otro momento. No se autodestruye internet ni se acaba el mundo solo porque has decidido ignorar el móvil durante un tiempo. [Tuitéalo]. Y curiosamente, la persona frente a tí estará agradecida.
El problema de las interrupciones “sin importancia”
Es sólo un mensajito, voy a contestar rapidito… son interrupciones “sin importancia” que le quitan el protagonismo a cualquier actividad relevante que estás haciendo en este momento. La pregunta es: ¿puedes apagar el móvil? ¿Eres capaz de quitarle todas las notificaciones o dejarlo en silencio? ¿Podrás dejarlo en tu bolsillo mientras tomas un té conmigo o mientras terminas aquella propuesta de proyecto para un concurso?
¿Qué es lo más importante que estás haciendo en este momento? ¿Realmente hace falta que lo acompañes con el móvil?
Apúntate: este mes, estáte presente en lo que haces. Apaga el móvil para vivir.
PD: Este post lo he escrito en un café sin internet, con el móvil en silencio. Lo recomiendo
PD2: El martes te contaré mi experiencia madrugadora del mes de Marzo. No te lo pierdas.