Reto educativo para 2014

Por Teresa Escudero Ozores

01-02-2014

Les propongo un juego para este año.Una actitud o actividad para cada dos semanas del 2014 para mejorar nuestras relaciones con los hijos o, según el caso, con los alumnos que tenemos. Para recordarlas podemos escribirlas en la agenda al principio de las dos semanas a las que corresponden. O en un calendario de pared. O imprimir el listado que propongo. O hacer uno nuevo, pero en el mismo espíritu.También las podemos poner en práctica siempre, cada semana del año, no sólo durante 14 días, pero esto depende de cada uno, por supuesto.Allá va mi propuesta:

  1. Acepta a tu hijo tal y como es: tímido, alegre, bromista, triste. Una vez aceptada su manera de ser, podemos ver luego cómo ayudarle a mejorar.
  2. Observar sus talentos y sus deseos. Observar lo que le gusta y lo que le cuesta hacer.
  3. Escucharlos. Preguntarles cosas que les interesen y escuchar sus respuestas.
  4. Conversar con ellos. Las conversaciones con los hijos son lo más enriquecedor que se puede disfrutar en la familia.
  5. Jugar con los niños. Ser creativos nosotros mismo y también dejarles a ellos inventar y explorar.
  6. Dejarles jugar cuando están inspirados.
  7. Cocinar juntos.
  8. Bañarse juntos (según la edad y los gustos de cada uno – cuando mis niños eran pequeños nos bañábamos muchas veces juntos,  era como un juego y nos lo pasábamos genial. Ahora mi hija tiene 18 años, pero le encanta todavía ducharse conmigo, nos lavamos el pelo la una a la otra; en cambio mi hijo o su padre prefieren ducharse solos)
  9. Leer cuentos juntos.
  10. Ver películas juntos.
  11. Abrazarse todos los días.
  12. Salir a pasear y admirar la naturaleza o la ciudad. Comentar con tranquilidad lo que vemos, bien sea positivo o negativo.
  13. Aprender juntos nuevos juegos: de mesa, sociales, virtuales…
  14. Hacer manualidades. Sencillas, complicadas, deseadas.
  15. Hacer deporte; se entiende por deporte el que sea: futbol, badminton, squash, correr, saltar la comba, patinaje, gimnasia, danza… Todo lo que da gusto y hace mover el cuerpo de forma sana, vale.
  16. Escuchar música. Pop, rock, clásica, baile, flamenco – y acaso bailar juntos si se tercia.
  17. Aprender a cuidarse de forma natural en cuanto alimentación y salud en general. Buscar cómo mejorar lo que comemos o cómo cuidarnos cuando tenemos una gripe, una gastroenteritis, fiebre, dolores, golpes, heridas, quemaduras. Hay muchos remedios caseros muy eficaces que nos permiten cuidarnos sin depender de los medicamentos químicos o de los médicos, nos permiten tener cierta autonomía en el cuidado de nuestra salud.
  18. Según la edad y los gustos, ir a conciertos, espectáculos, exposiciones. A mis hijos de pequeños les encantaban las exposiciones sobre aviación, ciencia, evolución humana, el cuerpo humano, acuarios; en cambio, se aburrían en los museos de pinturas y nunca los obligué a visitarlos, pero vimos pequeñas exposiciones de arte para familiarizarnos con ellas.
  19. Limpiar y ordenar la casa juntos.
  20. Dejarles a vestirse según sus gustos, siempre y cuando lo hacen en función del clima.
  21. Dejarles estudiar y profundizar en lo que les gusta. Hay niños que prefieren aprender todo lo que pueden asimilar sobre ciertos sectores de la vida y hay otros que van asimilando poco a poco, de un año a otro.
  22. Viajar juntos o hacer excursiones, aunque sea sólo hasta el pueblo de al lado.
  23. Dejarles jugar con otros niños y recordar que en la escuela no juegan, aunque están sentados juntos en un aula. Crear oportunidades para que el juego entre ellos y sus amigos tenga lugar de forma natural y sin coacción.
  24. Dejar sitio para los espacios creativos en casa.
  25. Escribirles. Pequeñas notas, cartitas sin pretensiones, poemas que nos hayan gustado…
  26. Enseñarles ahorrar siendo autónomos en ciertas actividades: nosotros hemos aprendido a cortarnos el pelo o a utilizar la henna en casa, por ejemplo, aunque si queremos algo más especializado, vamos a la peluquería. También cultivamos nuestras hierbas aromáticas en macetas en el balcón (vivimos en un piso), hacemos nuestras propias conservas para el invierno, hacemos pequeñas reparaciones y remiendos.

El listado podría continuar, pero no quiero aburrir, sino inspirar a los padres y a los profesores. La cuestión es el respeto hacia el niño y aceptar que es un ser humano (aunque sea pequeño y en formación todavía) con sus gustos, sus deseos, su manera de ser, y que hay que respetar estas características aunque esto no quita que nuestra actitud es el mejor ejemplo para que ellos mejoren a su vez.Añadan más actividades o actitudes si lo ven necesario… pero amen y respeten a sus hijos, sobre todo. E intenten mejorar vuestras actitudes, es lo primero que ayuda a ofrecer una educación de calidad.Sorina Oprean