Os propongo cambiar el chip durante 21 días, 3 semanas, 504 horas, e intentar respirar cada vez que vayamos a protestar por algo. Pensar si realmente merece la pena, que sensación nos produce la queja, y si logramos no llevarla a cabo como nos sentimos.
Empieza la cuenta atrás.....
Si hace frío porque hace frío, si hace calor porque hace calor, que si hay mucho tráfico, que si vaya cola que hay en el supermercado...... Nos pasamos todo el día protestando por cosas cotidianas que no tienen ninguna importancia.
Situaciones que "nos llegan a sacar de quicio", y que pueden ser 5 minutos de nuestra vida, porque se nos puso el semáforo en rojo.
El reto que propongo, y me gustaría que si alguien se une, vaya dejando sus comentarios y experiencias, es estar 21 días sin protestar y sin quejarse. Comprobar como nos sentimos tanto a nivel personal, como en las relaciones con los demás, y las sensaciones que experimentamos.
Algunas de las pautas puedes ser las siguientes:
¿Qué problemas puede haber en que llueva?
Si teníamos planes de salir de paseo o de ir a comer a una terraza, pues nos podemos quedar en casa leyendo un libro o vamos a comer a un restaurante. Disfrutar de la comida que es acto muy placentero, y puede ser igual de satisfactorio porque lo hagamos con un techo encima.
Unas cañas rodeado de gente alegre y divertida, para mí, es uno de los mayores placeres del mundo.
Hacer deporte
No me refiero a preparar maratones, pero si mover el cuerpo, que va a ejercitar también la mente. Aunque sean dos o tres día a la semana "engancharnos" a algún deporte, da igual, el que sea, alguno nos tiene que gustar: running, natación, yoga, paddle, o simplemente salir a caminar.
De todos es sabido que es un gran antídoto contra el "mal humor", y relaja las tensiones del día.
Disfrutar de la naturaleza
Playa, montana, mar, campo.... El simple echo de estar al aire libre, observar lo que tenemos delante, disfrutar de la belleza de la naturaleza, puede hacer que se nos quite de la cabeza que mañana nos va a costar aparcar para ir al trabajo. Que en muchas ocasiones, empezamos a protestar incluso antes de que se haya llegado a producir la situación. Disfrutar en cada momento de lo que tenemos delante, que siempre se puede sacar el lado bonito de cualquier paisaje.
¿A qué simplemente viendo la foto se nos alegra la cara?
Estos son sólo algunos ejemplos. Os invito a que contéis que técnica utilizáis para alejar la queja de vuestras vidas. Os animo al #retoER21diassinprotestar y compartáis vuestras experiencias y sensaciones.
¡¡¡ Carpe Diem!!!
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