Como es costumbre, esta mañana me he levantado bien temprano, me he duchado, arreglado y he bajado a desayunar a la cocina. Después de prepararme el café con los ojos medio cerrados y un sueño terrible (la ducha no me despeja en condiciones), tras darle el primer sorbo mis neuronas han empezado a funcionar, mi visión se ha vuelto más nítida, mis movimientos más rápidos y...ha sido entonces cuando me he percatado de algo que se salía de lo corriente.
Sobre la mesa de la cocina, junto a mi taza del desayuno, descansaba un sobre con mi nombre escrito a máquina. No a ordenador, no a mano...a máquina. A una de esas antiguas.
Mmmmm. Me resultaba sospechosamente familiar y, siendo hoy el día que es, me he lanzado a abrir el sobre con la terrible sospecha de que era el reto el remitente de la "notita" en cuestión.
Y si. No me he equivocado. Era el. Muy diplomático, muy educado y muy respetuoso, diciéndome que un mes más me deja abandonada y se marcha a otro blog amigo a pasar el mes.
¡Será posible! Está de un díscolo que no se puede aguantar. Menudo "culo-inquieto" que es este reto.
No se si serán los aires primaverales que le han alterado la sangre o qué pero el caso es que el reto emigra de nuevo. He respirado de alivio al ver dónde iba a parar, desde luego que el reto sabe elegir bien. No se va con cualquiera, jajaja.Con los brazos abiertos le espera Rosalía de RossGastronómica, una de las personas más creativas e inquietas con las que me he cruzado en la blogosfera.
Me consta que será tratado a cuerpo de rey y mimado como un hijo único. Espero que disfrute de su viaje mucho, como también espero que vuelva a casa a final de mes.
Cruzo los dedos :)
Nota: para toda la información sobre el reto de junio, deberéis dirigiros a Rosalía. Pinchad AQUI e iréis directos a la entrada en la que Ross lo explica todo. No obstante, cualquier duda que tengáis también la podéis consultar conmigo.