Pero no sólo es Oriente. Es también África y la desembocadura del río más largo del Mundo. Es Alejandro Magno y Cleopatra. O la cuna de Kavafis y de sus periplos a Ítaca. Es un lugar donde el tiempo parece haberse detenido para comenzar una marcha hacia su pasado en una ilógica búsqueda de la prosperidad perdida. Es otra vez Egipto, la ciudad de Alejandría.
Pero bueno, ya habrá tiempo para quejarse o descojonarse, que anécdotas e historias no faltan. El sol ya está bien alto y va siendo hora de darse un paseo por la Corniche en dirección a la moderna Biblioteca Alexandrina, comer un buen shawarma, acompañado de una limonada de esas que sólo hacen aquí, mientras devoro el último libro de Eduardo Mendoza sentado frente a esa bahía donde algunos piratillas se vanaglorian de sacar tesoros sumergidos.