Gulalai Ismail, de 25 años, defensora de los derechos humanos y Presidenta de Aware Girls,* ha estado trabajando desde temprana edad para mejorar las condiciones de las mujeres jóvenes en Pakistán. Gulalai comparte con AWID sus experiencias como joven defensora de los derechos humanos que vive en un contexto de opresión y discriminación en nombre de la cultura y la religión.
AWID: ¿Cuándo te convertiste en activista y qué te motivó?
Gulalai Ismail (GI): Empecé cuando estaba en el sexto o séptimo grado en la escuela, primero escribiendo sobre asuntos relacionados con la niñez y luego cuestiones de jóvenes y mujeres. Después de la escuela inicié una organización sólo para mujeres jóvenes. Lo hice porque en nuestra provincia de Peshawar en Pakistán, junto a la frontera de Afganistán, desde temprana edad las mujeres interiorizan la opresión y discriminación que son promovidas y aceptadas en nombre de la cultura; por ejemplo, a una mujer que sufre violencia pero no dice nada se le considera un modelo a seguir. Aunque algunas mujeres han aceptado esta discriminación, hemos empezado a desafiarla y a generar conciencia sobre los derechos de las mujeres y la importancia de los nuevos liderazgos. Mi motivación para luchar por los derechos de las mujeres no surgió de un incidente aislado, sino debido a que la cultura se utiliza para oprimir a las mujeres. En el pasado hubo un fuerte movimiento de mujeres que fue muy bueno para nuestro aprendizaje y crecimiento, pero no había espacio para las jóvenes en el ámbito donde se adoptan decisiones; sólo se nos veía como beneficiarias. La fuente de mi inspiración son las jóvenes de las áreas rurales, quienes están abiertas y dispuestas a aprender y a cambiar nuestra sociedad.
AWID: ¿Te consideras una defensora de los derechos humanos y feminista?
GI: Sí, soy feminista y me considero una joven defensora de los derechos humanos porque los derechos de las mujeres son derechos humanos. Creo en nuestra autonomía y que nuestros cuerpos no deben ser controlados por los hombres en nombre de la cultura y la religión. Somos ciudadanas con derecho a disfrutar igualdad de derechos.
AWID: ¿Cuáles son los principales retos para las jóvenes defensoras de los derechos humanos?
GI: Veo seis retos principales, el primero de los cuales es la difamación. Cuando las jóvenes – especialmente las feministas – trabajamos por los derechos de las mujeres en Pakistán, somos difamadas por quienes se oponen a nuestro trabajo. Automáticamente nos consideran ateas, impresionadas por el mundo occidental, que queremos occidentalizar a la sociedad (lo cual se interpreta como corromper los valores de la sociedad pakistaní musulmana). Las jóvenes activistas somos vistas como mujeres sin valores ni ética; un reciente ejemplo de esto son las acusaciones falsas que enfrenté durante una campaña propagandística en línea, en la que fui erróneamente acusada de ser una atea que trabajaba para corroer los valores islámicos de la sociedad pakistaní.
El segundo reto es el reconocimiento – la gente no cree en las jóvenes. Como organización de jóvenes defensoras de los derechos humanos, Aware Girls [Mujeres Conscientes] enfrenta falta de reconocimiento por su trabajo. Nos ha llevado tiempo participar políticamente y hacer escuchar nuestra voz al nivel de las políticas y la adopción de decisiones. Pero quienes adoptan decisiones no nos toman en serio; piensan que no sabemos nada sobre la legislación ni cómo funciona, y que sólo estamos jugando un juego. En general, las autoridades no reconocen nuestro compromiso y responsabilidad por el trabajo que hacemos. Siempre que asistimos a reuniones de cabildeo enfrentamos discriminación.
Aware Girls es una organización sólo para mujeres jóvenes; las integrantes del personal y la Junta de Administradoras somos todas jóvenes. Enfrentamos mucho hostigamiento por parte del Gobierno y los medios de comunicación porque creen tener la libertad de explotar y acosar a las jóvenes, lo cual es una manera popular de pensar en Pakistán. En el Día Internacional de las Mujeres (DIM), el Coordinador Distrital de Peshawar se rehusó a participar en nuestro evento a menos que le ofreciéramos seguridad y protección contra posibles disturbios, pero insistimos en que eso era responsabilidad del Estado, no de las organizaciones de mujeres. También se negó a autorizarnos a tener actividades públicas para conmemorar el DIM, aduciendo que esto era una vulgaridad y las jóvenes no debíamos estar promoviendo “ideales occidentales”. Nos quejamos en los medios de comunicación por esto y finalmente, con su ayuda aplicando presión, se nos otorgó permiso para conmemorar el DIM. Como ciudadanas tenemos derecho a defender y promover los derechos de las mujeres y movilizarnos públicamente para expresar nuestras ideas y hacer escuchar nuestra voz. Es interesante observar que, si bien el Gobierno local ha estado apoyando programas para eliminar la violencia contra las mujeres y las niñas, en la práctica no lo hace con sus acciones, como la que acabo de explicar, sino contribuye al hostigamiento contra las jóvenes.
También tenemos que lidiar con el acoso sexual por parte de diferentes personas. Hemos desarrollado nuestras propias tácticas; por ejemplo, nunca le damos a nadie los números de nuestros teléfonos móviles. Aunque los medios de comunicación nos han apoyado en ocasiones específicas, también hemos sufrido acoso proveniente de periodistas. Es común que se acepte el acoso sexual contra las mujeres en espacios públicos, una conducta y mentalidad que han sido el resultado de estereotipos discriminatorios en la educación pública. En Pakistán, las mujeres son asesinadas en nombre del honor; la violencia contra las mujeres todavía se considera un asunto privado y personal; los cuerpos de las mujeres son controlados por hombres en nombre de la religión; y los medios de comunicación juegan un rol significativo en perpetuar todo esto.
Una gran preocupación es la seguridad. Debido a un fundamentalismo religioso extremo, es muy difícil abogar por los derechos de las mujeres. En mi provincia, el líder religioso nos prohibió a las mujeres trabajar para organizaciones no gubernamentales (ONG). Esto viola nuestro derecho al trabajo y nuestra libertad de escoger dónde trabajar. La gente percibe a las jóvenes como ignorantes, sin ningún conocimiento del sistema legal o de cómo defendernos nosotras mismas, lo cual incrementa los riesgos que enfrentamos pues la gente cree tener derecho a abusar de nosotras o atacarnos. La seguridad de nuestra organización también nos preocupa porque nuestra oficina estaba ubicada en un barrio muy conservador, donde constantemente éramos acosadas y nos sentíamos muy inseguras trabajando en esas circunstancias, hasta que tuvimos que mudarnos a una otra parte de la ciudad.
Finalmente, para una organización de mujeres jóvenes es difícil acceder a financiamiento. Los donantes hacen muchas solicitudes de pruebas de nuestro trabajo y prefieren apoyar organizaciones establecidas desde hace tiempo debido a su reputación e historia. En una ocasión, cuando fuimos seleccionadas para recibir fondos, nos percatamos de que debíamos hacer un esfuerzo extra para defendernos fuertemente y demostrar que las jóvenes somos capaces de desempeñar el trabajo. Normalmente, los donantes hacen muchas preguntas, pero en nuestro caso fueron muy persistentes las preguntas respecto a la capacidad de las mujeres jóvenes para hacer el trabajo, hablar con formuladores de políticas y tomadores de decisiones e influir en estas personas.
AWID: ¿Cuáles son los principales peligros en tu trabajo? ¿Hay alguna diferencia porque eres joven?
GI: Peshawar solía ser una ciudad muy progresista, pero ahora hay muchos secuestros por rescate. En mi ciudad ya nadie está a salvo. Pero como joven defensora de los derechos humanos reconozco que también enfrento riesgos particulares relacionados con mis creencias y mi labor. Aware Girls trabaja en temas muy delicados como el aborto seguro, que no es legal excepto bajo ciertas condiciones médicas cuando la vida de la mujer embarazada está en peligro. Soy muy consciente de que mi trabajo desafía el poder talibán y esto también conlleva peligros. Hay enormes asuntos políticos involucrados en la radicalización de la región donde vivo, pero creo que las comunidades de base pueden desafiar la cultura de la intolerancia extremista, una parte crucial de la búsqueda de paz.
AWID: ¿Cuáles son tus recomendaciones para apoyar el trabajo de las jóvenes defensoras de los derechos humanos?
GI: La gente debería reconocer nuestro trabajo. Es necesario que nuestras voces sean escuchadas a nivel del Gobierno y la sociedad civil. Además, las organizaciones mixtas y de mujeres deberían considerar aliarse con las jóvenes defensoras de los derechos humanos y nuestras organizaciones.
La comunidad internacional debería invertir en el liderazgo de la juventud. En Pakistán hemos rebatido las leyes y la dictadura, pero ahora vemos que está aumentando la preferencia por posiciones de liderazgo sólo para hombres. Los donantes no son sensibles al liderazgo, en particular de las mujeres y la gente joven. Es muy importante invertir en el liderazgo de mujeres y jóvenes, ya que el liderazgo de las mujeres está en riesgo y disminuyendo. En octubre de este año estaremos en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York abogando por que el Consejo de Seguridad de la ONU adopte la Resolución sobre la Juventud, la Paz y la Seguridad. Esperamos contar con apoyo internacional para ésta.
Finalmente, los gobiernos deben proteger y garantizar los derechos de las jóvenes defensoras de los derechos humanos a trabajar y defender sus derechos. Si un líder religioso dice que las mujeres no deberíamos trabajar para ONG, el Estado debe responder en contra de esto y proteger nuestro derecho a trabajar, así como bridarnos seguridad para que hagamos nuestro trabajo.
* Aware Girls es una organización liderada por mujeres jóvenes que trabaja por el empoderamiento de las mujeres, la igualdad de género y la paz en Pakistán. Su trabajo procura fortalecer la capacidad de liderazgo de las jóvenes para que actúen como agentes de transformación social en sus comunidades.
Recursos Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, Informe de Margaret Sekaggya, Relatora Especial sobre la situación de los defensores de los derechos humanos, centrado en grupos concretos de defensores expuestos a riesgos: periodistas y profesionales de los medios de información; defensores que se dedican a cuestiones ambientales y relativas a la tierra; y defensores de los derechos de jóvenes y estudiantes (A/HRC/19/55), 21 de diciembre de 2011. En este video de seis minutos (en inglés), Gulalai Ismail habla sobre la campaña por el aborto seguro. Este video de un minuto y medio (en inglés) muestra las dificultades de la movilidad para las mujeres rurales en Pakistán. Hoffet, Nastassja, ‘Apostar al cambio cultural’ – Entrevista a Aisha Shaheed, de la red Mujeres Viviendo Bajo Leyes Musulmanas (WLUML), IPS, marzo de 2009. Ismail, Saba, ‘Mujeres como agentes de cambio: La historia de Gulalai’, 29 de enero de 2012 (en inglés). The Guardian, ‘Mujeres jóvenes luchan contra la “talibanización” del Pakistán rural’, Mujer del Mediterráneo, 6 de junio de 2011. Por Katherine Ronderos Fuente: Notas de los Viernes de AWID, 14 de septiembre de 2012. Título original: ‘Challenges for Young Women Human Rights Defenders in Pakistan’. Traducción: Laura E. Asturias