Sinopsis:
A veces, los mejores planes se pierden por el camino; y un viaje imprevisto a Escocia lo acaba de fastidiar todo. ¿O tal vez no?
Hattie Greenfield es una rica heredera londinense, procedente de una acaudalada estirpe de banqueros. Lo único que quiere en la vida es ser una artista de éxito, tener una causa noble que defender y casarse con alguien joven y caballeroso. ¿Qué hace entonces en el altar con Lucian Blackstone, un oscuro y atractivo financiero al que toda la nobleza británica teme? Lucien es un hombre hecho a sí mismo. Sí, es rico, pero tiene poco poder, y tal vez Hattie sea la clave para conseguirlo así que, cuando tiene la oportunidad, la aprovecha. No alberga sentimientos románticos; quiere vengarse por algo que sucedió hace muchos años. Sin embargo, su nueva esposa lo hechiza…
Opinión personal:
Calificación:Son pocas las novelas que se traducen y, por consiguiente, no puedo opinar mucho sobre el panorama americano actual, pero Evie Dunmore me parece una apuesta segura. Las tres novelas que he leído —tan solo tiene escritas cuatro— me parecen una verdadera delicia. Me alegro muchísimo y espero que sea todo un éxito y se decidan a traducir mucho más. Nos estamos perdiendo muy buenas novelas.
Iba con pies de plomo con las opiniones negativas que había leído en inglés. Y es que cada vez soy más consciente de lo mucho que me diferencio de otras lectoras. Las novelas ligeras están ahora de moda, pero por edad y tiempo que llevo leyendo novela romántica, necesito historias más consistentes. Me he vuelto mucho más exigente. Antes se publicaba un poco de todo, novelas sencillotas —por no decir otra cosa— y novelas de más de profundidad —por llamarlo así; pero ahora, casi todo lo que estoy leyendo se podría incluir en el primer saco y estoy ya demasiado harta. Tanto que mucho de lo que estoy haciendo es no comprar y dedicarme a releer.
Y después de mi pataleta voy a intentar ordenar mis ideas y defender lo que, en mi humilde opinión, es un claro ejemplo de buena novela. Luego ya entran gustos personales.
Cierto que la autora se aleja mucho del toque divertido de las dos primeras entregas. Nada que pueda sorprender cuando, al final, en los agradecimientos comenta que esta novela es la que escribió durante la pandemia.
Tanto Hattie como Lucian han supuesto una grata sorpresa.
Hattie es una joven adinerada con un problema de dislexia —o algo similar que no se nombra porque entiendo que en aquella época no estaba diagnosticado— que hacer que su familia, con la mayoría de sus miembros privilegiados para los números, la tenga por menos inteligente. Es algo que ha marcado su infancia y sigue marcando su juventud. De ella se espera mucho, pues no es noble pero sí muy rica y sus padres quieren que se case bien, y en aquella época, una buena boda suponía un título.
Me ha gustado mucho porque Hattie puede parecer una joven frívola e insustancial —tan solo porque adora la moda y la buena sociedad—, no duda en mantener un comportamiento propio de una joven de su edad y condición y es que es algo perfectamente compatible con su sueño de libertad. Personaje siempre con una lucha interna entre lo que se espera de ella y lo que ella quiere —como tantas otras— y el hecho de que su rebeldía no sea tan marcada como la de sus amigas, no implica que no esté ahí.
Lucian es adorable. A estas alturas, ya no nos sorprende porque, lo cierto, es que muchos de estos protagonistas masculinos que inspiran terror a los que no le conocen, terminan teniendo un corazón enorme. En ese sentido no me ha desconcertado, ni tampoco me ha decepcionado, porque creo que él mismo es el primero que se siente descolocado ante sus sentimientos emergentes.
No es una pareja al uso, pero sí una pareja bastante típica dentro de la novela romántica histórica: la clásica pareja con matrimonio concertado, no por unir fuerzas o fortunas y clase social, sino porque los han pillado en una situación pecaminosa.
Quizás lo que me ha parecido diferente es la actitud de Hattie, muy acorde con la temática de la serie en general: mujeres que luchan por los derechos de la mujer.
La relación entre ambos me ha resultado muy convincente. No tan solo con un ritmo pausado rico por el conocimiento mutuo a través de conversaciones que me han parecido de lo más interesantes. Aquí entran en juego ideas florecientes de la época que la autora pone en su boca para que vayamos conociéndolos, al mismo tiempo que se conocen entre ellos. Hattie se sorprende del carácter de su temible marido y Lucian se da cuenta de que su mujer no es un bote vacío, sino un cofre muy lleno.
El hombre no se hace, nace. De ahí la importancia del pasado de Lucian, que marca su ansia de venganza, al mismo tiempo que la autora deja muy claras las diferencias, no tan solo sociales de ambos sino también, ideológicas, ya que en lo que a las económicas se refiere, pueden estar más que equiparados.
He disfrutado mucho de esas conversaciones, son un claro ejemplo de que también se pueden abordar temas serios en una novela romántica, de que los protagonistas pueden hablar de cosas diferentes que no sean la moda y el tiempo o sentimientos propios; porque aquí salen a la luz temas tan diferentes como la política, los acuerdos y situación de los trabajadores y, por supuesto, las reivindicaciones femeninas o la falta de ella, dependiendo de las necesidades de las mujeres que, dada su condición social, tiene cada uno de los diferentes niveles.
La evolución de los personajes me ha parecido estupenda, quizás porque yo también consideraba que iba a ser una relación mucho más al uso, del típico malote que conquista a la bella pelirroja y la autora me ha sorprendido con una historia algo diferente. Hattie sorprende en un final ejemplar de cómo ella misma antepone sus ideales, con un riesgo inmenso, a la solución más fácil. Me ha parecido genial la forma en la que la autora resuelve un conflicto de forma más compleja que una simple claudicación.
Me han encantado las referencias a ciertos cuentos que, aun cuando no nos damos cuenta, son algo machistas y siguen defendiendo un papel femenino antiguo y apuesta por la princesa que vence al dragón sin necesidad del caballero.
«Retrato de un caballero escocés» es una novela que induce al análisis social de la época y a cómo muchas cosas siguen estancadas. Es algo que me resulta de lo más interesante y loable: cuando una novela, además de explicarme algo, me hace pensar sobre ese tema. Y por eso, para mí, independientemente de que la historia me haya gustado más o menos, me parece una buena novela.
Me gustan las novelas con romances creíbles y bien llevados en la que el final no sale de un salto de fe que la autora nos mete y que nos tenemos que creer porque nos lo cuentan. Aquí he visto el cómo y el porqué de esos sentimientos y es justo por eso por lo que me gusta tanto este género.
Datos de interés: Ficha de la novela - Ficha de la autora - Web de la autora
Pepa