Dejando a un lado todo esto, señalar que la cita es la archiconocida Desiderata de Max Ehrmann . No hay un mejor deseo para uno mismo que el que la señorita marcó en la puerta de su dormitorio.Un beso, cuñada, nos vemos.
Y a vosostros, hasta dentro de quince días si la actualidad de los informativos de mi muro de facebook me lo permite.