Y es que la primera aventura de los agentes de la T.I.A. se creó en tierras germanas y su nombre era algo así como ‘Clever & Smart’, programado por Magic Bytes en 1987. Su planteamiento era muy diferente del juego que hoy tratamos de analizar, siendo aquella una video-aventura bastante simplona y con unos gráficos y animaciones que no destacaban demasiado. Pero todo eso cambió radicalmente con su segunda parte que, con una dinámica muy diferente, si que supo estar a la altura de las circunstancias, resultando ser una experiencia mucho más jugable y divertida.
En el cuartel de la T.I.A. (Técnicos en Investigaciones Autoterráqueas), ha sucedido algo terrible, y es que, como es habitual, el profesor Bacterio la ha vuelto a liar. En esta ocasión, en su afán por experimentar con gallinas que pusieran huevos como si fuesen una ametralladora. El solo contacto con los huevos, conferían al individuo que los tocaba características gallináceas que hacían que batiese los brazos con fruición como intentando echar el vuelo y, de manera involuntaria, poner uno de ellos. Otro experimento fallido más para la lista del nefasto profesor Bacterio, como no podía ser de otra manera. Entre tanto, la gallina Marcelina ha hecho de las suyas, y ha dirigido su ejército de ovíparas compañeras hacia todas las estancias de la agencia. Mortadelo y Filemón, que esa misma noche estaban de guardia, tenían que poner fin a esa invasión dando caza a las gallinas.
El juego consta de dos fases, muy bien diferenciadas, como era costumbre en los juegos de 8 bits. En la primera tenemos como protagonista absoluto a Filemón, quien ha de intentar atrapar un número total de ocho gallinas con sus propias manos. Por otra parte, Mortadelo, le espera en el terrado del edificio de la T.I.A. para poder cocinar a las gallinas y darse una buena comilona. La gallina Marcelina será el objetivo principal de nuestro calvo con dos pelos, pues se ha tragado un microfilm que contiene datos de vital importancia, y si el Superintendente Vicente se da cuenta del agravio, los torpes detectives Mortadelo y Filemón van a tener grandes problemas.
Es importante saber que con cada gallina atrapada, una vez que hemos subido por el ascensor que comunica con cada piso, y al llegar al terrado con cada adquisición gallinácea, se nos otorga una vida extra, que vendrá muy bien para seguir cumpliendo nuestras pesquisas.
La verdad es que en los primeros compases no habrá mucha complicación, pero pronto veremos cómo la cosa cambia y los huevos aparecen en grandes andanadas, siendo bastante difícil esquivarlos. Lo mejor es tener una estrategia bien pensada; a veces pararse y esperar a que llegue una de ellas es lo mejor. Lo preferible es que cada cual lo experimente mientras juega…Muy gracioso será el letrero que aparece cada vez que nos quitan una vida en el juego, pues el barbudo profesor loco se “descuajaringará” de nosotros.
Y pasando al análisis técnico, hay que destacar que ‘Mortadelo Y Filemón II – Safari Callejero’ tiene una factura impecable. Los gráficos de los decorados y de los personajes están muy bien definidos, y son considerablemente fieles a los cómics de Ibáñez. El apartado gráfico brilla con luz propia, destacando el gran trabajo de los programadores en este sentido. También sucede lo mismo con el movimiento de los personajes, que salvo ciertos inconvenientes en ocasiones con la precisión del salto o la respuesta del teclado, están muy conseguidos. Las animaciones destacan sobre todo lo demás, e incluso veremos detalles como el movimiento de los dos pelos de Filemón al caminar, así como cuando nos toca un huevo de gallina, dando lugar a un movimiento de zarandeo de brazos y torso muy simpático. Las gallinas, cerdos y demás enemigos también poseen unas características en sus movimientos que te dejarán perplejo por la calidad que atesoran. Buen trabajo, de nuevo, por parte de Animagic.
En cuanto al sonido y músicas del juego, tenemos una de cal y otra de arena, puesto que no escucharemos nada más que una repetitiva melodía durante las dos fases. Eso sí, también tiene una calidad fuera de toda duda, y es una de esas tonadillas que se recuerdan con el paso de los años, ya que su acabado es para alabar gracias a lo pegadizo que resulta el tema.
Como conclusión, hay que decir que este juego para ZX Spectrum, aunque sencillo en su desarrollo, tiene todas las claves que hacen que un juego sea adictivo y divertido, y si es con los personajes con los que nos deleitamos en nuestra niñez horas y horas, pues mucho mejor. No os lo perdáis, seguro que a más de uno se le vuelven a despertar las ganas por volver a releer todos aquellos cómics olvidados que tiene en el desván de su casa. ¡Grande Ibáñez, grandes Animagic!
Puntuación: 8,5