En el retroanálisis de esta semana hacemos un repaso de un JRPG para PS3 que ya lleva unos años a sus espaldas, Eternal Sonata, con el que me crucé hace poco en una de esas visitas a mi tienda de videojuegos más cercana.
Originariamente, Eternal Sonta salió para Xbox 360 en el año 2007 en Japón bajo el tículo Trusty Bell: Chopin’s Dream, para un año después llegar en una versión mejorada a PS3; dicha versión, que además añadía nuevas mazmorras y dos personajes más al elenco de protagonistas jugables, sería la que llegaría a Europa en el 2009 y de la que os vamos a hablar en las siguientes líneas.
«Toda la vida es sueño, y los sueños…»
Desarrollado por tri-Crescendo y distribuido por Bandai Namco (no en vano, Hideo Baba es uno de los productores), Eternal Sonata nos plantea un argumento bastante original. El juego nos lleva a un sueño del compositor y virtuoso pianista polaco Frederic Chopin durante las últimas horas previas a su muerte por tuberculosis el 17 de octubre de 1849. En este sueño Chopin recrea un mundo completo y no exento de problemas que reflejan las inquietudes personales del compositor durante su vida, tales como las desigualdades sociales, la revolución o la hambruna; temas que veremos tratados en el título a través de los personajes que, junto al propio Chopin, protagonizan Eternal Sonata y son los conductores de su historia.
Así pues, en Eternal Sonata ficción y realidad van de la mano y resuenan una obra la otra; mientras por un lado tenemos el mundo soñado de Chopin y a sus personajes, encontraremos 12 personajes jugables en total que conformarán nuestro grupo de viaje y batalla, por otro tenemos inserciones de pasajes de la vida de Chopin, de su historia y la historia detrás de las piezas que acompañan al juego, con imágenes fotográficas reales; a los jugadores no les pasará desapercibido el hecho de que tanto las piezas musicales escogidas como los eventos narrados de la vida del compositor y los hechos que toman lugar en el mundo soñado están muy relacionados entre sí, de manera que se nos reconstruye la manera de pensar y los sentimientos de Chopin, reflejándolos en ese mundo onírico donde vivimos esta particular aventura.
Así, el juego arranca con Polka, una joven de 14 años con la capacidad de hacer magia, algo que en el mundo del juego equivale a tener una enfermedad mortal y por tanto Polka es evitada por mucha gente, aunque su mayor deseo es precisamente ayudar a otros. Poco después conoceremos a Allegretto y Beat, dos hermanos de 16 y ocho años respectivamente, que roban pan para poder dar de comer a los huérfanos de la ciudad en la que viven, pues los impuestos son tan altos que pocos son los que pueden permitirse comprar comida. Al comienzo, la historia alterna entre estos tres personajes, que acabarán uniendo sus caminos junto al propio Chopin, personaje en su propio sueño y que además será miembro de nuestro grupo también, y el de otros ocho personajes más que iremos conociendo a lo largo del viaje. Y como siempre, no contaré más del argumento, ya que lo suyo es descubrirlo uno mismo.
Un curiosidad, todos los nombres de este juego tienen relación con elementos musicales, como los de algunos personajes, que son estilos de composiciones.
Combates con turnos de tiempo limitado
La jugabilidad de Eternal Sonata es básicamente igual a la de otros muchos JRPG; avanzaremos por la historia yendo de un punto a otro, moviéndonos por zonas de exploración bastante limitada (sobre todo pequeños desvíos donde encontrar cofres con objetos) y viendo fragmentos de la trama desarrollarse cada vez que alcanzamos cierto punto o lugar, ya sea una ciudad o el encuentro con un personaje nuevo. El juego está estructurado en capítulos, dándole ese toque de cuento onírico, y el desarrollo es bastante lineal en ese aspecto.
Las zonas por las que avanzaremos estarán habitadas por diferentes enemigos, siempre visibles, a los que podremos elegir enfrentarnos o no acercándonos a ellos (habrá ocasiones donde los combates serán inevitables, como enemigos bloqueando una salida o acceso o el mini-jefe o jefe final de turno).
El sistema de combate es bastante sencillo de dominar, ya que no tiene muchos elementos complejos. El grupo de batalla estará formado por tres personajes, pudiendo elegir entre los que vayamos añadiendo al grupo según avance la historia. Cada personaje usa un tipo de arma diferente y tenemos ataques normales y ataques especiales, que vienen a ser la magia en Eternal Sonata, la posibilidad de defendernos y contraatacar y portar objetos para usar durante la batalla (curativos, resucitadores, debilitadores…). Dentro de los ataques especiales, que no cuestan puntos de ninguna clase y se pueden usar tantas veces como queramos, tendremos ataques a corta o larga distancia y magia curativa en el caso de algunos personajes. Pero en Eternal Sonata hay algunos elementos propios a tener en cuenta para el combate.
Por un lado los turnos tienen un tiempo limitado (comenzamos con cinco segundos) que veremos reflejado en el Indicador de Acción, una barra lateral que comienza a descender en el momento en que realizamos cualquier acción, incluido mover a los personajes, atacar nos da algo de tiempo extra, lo que enlaza con otro de los elementos: los Ecos. Estos son una acumulación de golpes sobre los enemigos, que van subiendo (como en una escala musical) de cuatro en cuatro, cuanto más acumulemos más daño haremos en el siguiente golpe, especialmente si usamos un ataque especial, claro que al usar el ataque especial el contador de Ecos vuelve a cero, por lo que resulta interesante saber cuándo acumular Ecos y cuándo usar un ataque especial a su mayor potencia.
Otro de los elementos novedosos son la Luz y la Oscuridad. En los escenarios de combate tendremos áreas iluminadas y áreas en sombras; dependiendo de en qué área estemos nuestros ataques especiales variarán entre ataques de Luz y ataques de Oscuridad. Este es un elemento a tener en cuenta porque habrá personajes cuyos especiales curativos o ataques a distancia solo puedan usarse en zonas de luz o viceversa. Por ejemplo, Polka y Chopin tienes un especial curativo que solo podremos usar en la Luz, mientras que si estamos en Oscuridad, usarán ataques. O Allegretto en la Luz usa ataques a corta distancia y en la Oscuridad a larga.
Los objetos que podremos usar durante el combate estarán limitados por un sistema de puntos, por lo que deberemos elegir bien qué llevar y qué dejar fuera para no encontrarnos con sorpresas durante los mismos. Los personajes además se equiparán con arma, armadura y dos accesorios que irán subiendo sus estadísticas de ataque y defensa físicos y mágicos.
Pero como digo, los combates no son complicados una vez se coge la dinámica y se aprende a alternar entre las zonas de Luz y Oscuridad. Y sobre todo, si andamos bien de reflejos para defendernos de los ataques de los enemigos, ya que dispondremos (siempre que estemos de cara al enemigo atacante) de unos instantes para pulsar el botón círculo en el momento oportuno para cubrirnos y reducir los puntos de daño recibidos. Por supuesto, tener la iniciativa en los combates también ayuda, para lo que bastará acercarnos a los enemigos por la espalda.
El título cuenta con algunos «minijuegos» y puzles que resolver para seguir avanzando en determinadas zonas. Los «minijuegos» consisten básicamente en encontrar fragmentos de partituras dispersos por el mundo con los que podremos interactuar con algunos NPCs, y también podremos hacer fotos con uno de los ataques especiales de Beat.
Finalmente, podremos jugar a Eternal Sonata hasta tres jugadores en una misma partida, claro que el control de personaje se limita a los combates.
Un hermoso mundo de sueños
A nivel técnico Eternal Sonata ha envejecido muy bien en estos años (la versión de PS3 tiene siete años). Ya de por sí, la versión para la consola de Sony venía con mejoras respecto a la de Xbox 360, sobre todo a nivel gráfico, con texturas más definidas y un mejor contraste de color y distancia de dibujado, que nos presentan en pantalla un mundo rico en colores para darle al juego ese punto de sueño y cuento, con un buen nivel de detalles. El diseño no realista de escenarios y personajes sigue esa misma línea, con entornos amplios y coloridos, y con los personajes, hechos mediante Cel Shading, con una expresividad más que notable. Y en cierta manera, ese diseño gráfico y visual crea también un contraste curioso entre los temas tratados en el juego y la representación del mundo soñado por Chopin.
En la «exploración» tendremos una cámara fija de vista isométrica y en las batallas pasaremos a una visión algo más libre en 3D, aunque no tendremos control sobre la cámara, lo que en ocasiones puede entorpecernos durante el combate, ya que si no estamos atentos al comienzo del mismo y localizamos a los enemigos, cuando nos llegue el turno podríamos perder unos valiosos segundos buscándolos.
Respecto al sonido, teniendo de protagonista a Chopin, Eternal Sonata no se queda atrás y cuenta con una banda sonora realmente buena. Los efectos son correctos y acompañan de manera adecuada según zonas y elementos presentes, con algunos efectos propios para los ataques especiales. El juego está doblado tanto en japonés como en inglés y subtitulado al castellano; el trabajo de doblaje es realmente bueno y, como suele ser habitual, muy recomendable jugarlo en japonés, pero ambos doblajes dotan a los personajes de una personalidad propia que acompaña muy bien a su desarrollo en la historia.
La banda sonora está compuesta por Motoi Sakuraba (responsable de componer las bandas sonoras de sagas como Golden Sun, Star Ocean o Tales of entre otros) y tiene muy buenas piezas que dan al juego carácter propio y acompañan a la perfección durante toda la historia, y además se complementan bien con las piezas escogidas del propio Chopin, interpretadas en esta ocasión por el pianista ruso Stanislav Bunin, y que podremos oír en esas inserciones sobre la vida de Chopin.
Conclusión
Eternal Sonata es sin duda un juego curioso, un JRPG sin muchas complicaciones, asequible para prácticamente cualquier tipo de jugador, ya que no tiene un nivel de dificultad muy elevado, siempre y cuando le gusten los juegos de este tipo, donde la historia y los diálogos entre los personajes son tan importantes como los combates. Un título que nos acerca a la figura de Chopin de una manera original y nos muestra las inquietudes del compositor y pianista a través de un supuesto sueño durante los últimos instantes de su vida. Además, puntos extra por tener cierto carácter educativo. Recomendable.
En el retroanálisis de esta semana hacemos un repaso de un JRPG para PS3 que ya lleva unos años a sus espaldas, Eternal Sonata, con el que me crucé hace poco en una de esas visitas a mi tienda de videojuegos más cercana. Originariamente, Eternal Sonta salió para Xbox 360 en el año 2007 en Japón bajo el tículo Trusty Bell: Chopin's Dream, para un año después llegar en una versión mejorada a PS3; dicha versión, que además añadía nuevas mazmorras y dos personajes más al elenco de protagonistas jugables, sería la que llegaría a Europa en el 2009 y…Puntuación
Gráficos - 85%
Jugabilidad - 75%
Sonido - 95%
8585%
Resumen: Eternal Sonata es sin duda un juego curioso, un JRPG sin muchas complicaciones, asequible para prácticamente cualquier tipo de jugador. Un título que nos acerca a la figura de Chopin de una manera original y nos muestra las inquietudes del compositor y pianista a través de un supuesto sueño durante los últimos instantes de su vida.
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