Retrovisor

Por Lanebulosa

Retrovisor
Nunca hay héroes cuando les llamas, ni sueños que aguanten un despertar
Corría el año de 1967, el mundo me parecía aún pequeño, el río que no tendría fin y después de las montañas nadie que existiera me podría comprender; que nunca jamás nos encontraríamos ellos y yo; yo viviría aquí una vida, por cierto que aún no entendía, y alguien siempre estarían allí… tras las montañas. En ocasiones esos tiempos vuelven ¡carajo¡ olisqueo y los siento, inspiro hondo y ya no están ¡maldito diablo¡
Esperé media vida un cambio de circunstancias, pero son las que son, no hay más,   y la vida esta… me gustaría haber aprendido algo.  He pensado en lo feliz que he sido a veces sin nada, sin apenas nada: una canción, un verano, las sombras y  tu… casi nada.  Sentados en el mármol una tarde de agosto, no sé de quien el portal; creo que de nadie nuestro, quizá de alguien prestado; el calor espantoso y el mármol  fresco, nadie habla y todo inmejorable pasa… Unos chiquillos que  sofocados del calor en la siesta, hartos de jugar paran y se tumban en la piedra, respiran y sienten;  no saben si el mundo pero ese momento es perfecto…  Y no recuerdo más de aquel verano.
Yo andaba buscando alguna razón que diera sentido a mi vida y quiso la casualidad que abajo mismo de mi casa encontrara las rices que pondrían orden a esta historia… Es así como suceden las cosas y también como os las contaré, al modo en que se comportan los naipes en un juego de magia. … A veces tengo miedo, hablo de esa sensación en la que sientes que todo se retuerce y no encuentras las correas ni hebillas donde atar la desesperanza. Miedo que  inevitablemente me precipita a  la indigencia de la noche en que pusimos punto al fin  - Es septiembre y te  tienes que marchar -  Siempre encontraré en la pesadilla que me despierta  esta oración,  como  una sarta,  una  sucesión, el discurso, la invocación...  letanía;  súplica…  a pesar de las horas… de cero.
No es de una tarde que se entendiera, ni dé tiempo a sentir la tristeza… Es el devenir así de traicionero, en ocasiones aguarda y cansa, otras sorprende y no deja espacio al desengaño, ni a la velocidad negativa para vencer la inercia que nos lleva ¿Qué cosa fuera? Que una mañana un puto whatsapp todo lo dijera y yo necesitara semanas después para notar ridícula tribulación sin absolutamente ser ya concurrente la pena. Pero no te preocupessister, el tiempo lo mide un reloj, es  una maquina… y no existe un instante más que para recordar o para esperar,  no entiende de otra cosa  que de la ocasión y de escoria que no sirve abarrota todos los muladares… a los que  tu y yo nos asomamos para saber que estamos en lo cierto, que sobra lo que arrojamos  a los vertederos¿Quién eres tú? dueña de esta casa tan vacía, que habitas sin quererlo y de la que huyes eterna cada día ¿Dime quien eres paraíso, cuando llegaste y para qué: inevitable, todo, ausente… tú en mi vida y toda sin ti? ¿Dime quien eres si nunca estas y apareces… cuando ya no hay nada por lo que rezar?   Tenía una buena razón pero me fui el día en que  reventó aquella bomba en mi cabeza…  el vértigo, un runmmm ensordecedor aún resuena dentro de mí. ¿Quién eres tú  que sonríes? ¿Qué escapas cada vez?  ¿Qué nunca llegas? ¿Quién?¿Qué es lo que nos empuja a enamorarnos…?  Cuatro brazos, cuatro piernas, dos caras opuestas… un ser invencible… dos partes condenadas  a encontrarse… si mayor… perdidamente…  ¡Leitmotiv¡   …La noche,  la invocación del mas allá el único lugar donde los amantes se encuentran… La bemol mayor… ¡Tened cuidado, tened cuidado…  el sol está a punto de salir…¡  ¿Cómo es posible que nuestro amor continúe eterno…  si tú y yo somos mortales?
¿Tenemos el destino escrito en las palmas de las manos? No hablo de ti, hablo de la vida, de las arrugas que produce, de las viejas cicatrices... de cuando debemos despertar… porque todo ha terminado, de un adiós al ayer, estúpido y paupérrimo;  del antes que nunca desaparece …Y de este endiablado viaje hacia el futuro que nos convierte en pasado a cada metro.  No hay novedad hoy tampoco en las líneas dibujadas sobre la piel de mis manos;  he mirado y visto bajo mi dedo anular el pequeño monte del sol  al que he preguntado como a un oráculo… Nada, nada ha respondido sobre mi suerte, ni bienestar, ni mi talento… Nada sobre mi corazón y su camino… ni que me ayude a continuar, nada… En despigmentación y heridas secas mis manos se pierden.
Sin embargo hoy necesitaría ser tierno y saber decirte lo que quise siempre pronunciar…  lo que tantas veces supe contarte tan mal… Y ser el poeta perfecto, cantar la mejor canción; tener  un motivo; alumbrar una intuición ¡¡ ... en esta noche que no estás y que tu inexistencia velo.
           "Vi las cosas
           más claras
           una vez que estaban… en mi espejo retrovisor."

© f. buendía.