“Este crecimiento no ha sido inclusivo. Ha dejado a mucha gente atrás. La calidad del crecimiento necesita ser mejorada. Por ello, en nuestra reunión anual nos centraremos en la transformación estructural. Una manera de asegurarnos de que nuestro crecimiento será inclusivo y de que la transformación de nuestras economías beneficiará a mucha gente”.
Si la exportación de materias primas y de productos agrícolas no transformados ya no es el único motor del crecimiento africano, por ahora sigue siendo el más importante. Pero no solamente crea muy pocos empleos sino que los miles de millones que genera contribuyen raramente al desarrollo del continente.
El desafío de África hoy consiste en movilizar esa fuerza para industralizar el continente para que pueda producir sus propios bienes y sobre todo crear empleo.
“Nigeria por ejemplo no necesita importar plástico de China, producimos petróleo y podemos tener industria petroquímica, tampoco tenemos que importar arroz de Tailandia ni conservas de tomate de China o Europa, explica Lamido Sanusi del Banco Central de Nigeria.Tenemos que definir una trayectoria económica a largo plazo cuyo objetivo sea la autosuficiencia, producir en África lo que podemos producir en África y solo importar lo que necesitamos”.
Un desafío al que Togo, sobre todo, ha decidido hacer frente.
“Queremos transformar directamente el fosfato para producir fertilizantes, explica Adji Otéh Ayassor, ministro de Finanzas de Togo. Ahora nos encontramos en la fase de establecimiento de las fábricas de transformación. En lo que se refiere a la agricultura ocurre lo mismo. Tendremos que mecanizar y transformar, este es nuestro objetivo a corto y medio plazo”.
Esta transformación debería permitir la creación de empleo a nivel local y de manera duradera. Pero los expertos advierten del problema de la falta de mano de obra cualificada.
“Hemos realizado un gran estudio para identificar las necesidades de las empresas en el continente y las formaciones que se llevan a cabo, explica Didier Acouetey, Presidente Ejecutivo de Africa Search. Nos dimos cuenta de que hoy las necesidades que existen en las empresas están sobre todo relacionadas con profesiones técnicas, ingenieros, electricistas… Pero en lo que respecta a esas filiales hay muy pocas formaciones en el continente”.
Analizar las necesidades de formación es algo importante sobre todo cuando se está produciendo una explosión demográfica. De aquí a 2050, alrededor de un 21% de la fuerza laboral mundial se encontrará en África.
“Con más de mil millones de personas, deberemos añadir a la población africana en los próximos 50 años otros mil. El resto del mundo deberá darse cuenta de que África puede ser un socio económico y debería empezar a tratarnos como tal”, afirma Mthuli Ncube.
Un sentimiento compartido por todos los responsables africanos presentes en Marrakech.
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