Reuniones de la familia empresaria

Por Juan Carlos Valda @grandespymes

En las empresas familiares se suelen encontrar dos grupos de familiares, los de “adentro” y los de “afuera”. Los de “adentro” son aquellos que trabajan en la empresa y suelen conversar sobre los temas de la empresa en las reuniones familiares; mientras que los de “afuera” son aquellos otros familiares que no trabajan en la empresa y por eso ven la empresa de una manera distinta y pueden estar menos dispuestos a conversar sobre temas de la empresa en las reuniones familiares. Por eso resulta necesario distinguir las reuniones de la familia de las reuniones de la familia empresaria.

Uno de los objetivos más importantes de las reuniones de la familia empresaria debe ser la atenuación de esa diferenciación entre los de “adentro” y los de “afuera”. Para ello las reuniones deben ser planificadas de manera que se pueda contar con la participación del mayor número de miembros de la familia.

¿Qué se puede hacer para involucrar a los miembros de la familia en este tipo de reuniones? En primer lugar, involucrar a un mayor número de miembros de la familia en la preparación de la reunión. Hay que buscar a aquellos miembros de la familia que están más alejados de la empresa e incluírlos en alguna etapa de la planificación de la reunión (fijación de fecha, selección del lugar, etc.). Esto aumentará la posibilidad de que la reunión incluya los intereses y objetivos de un mayor número de miembros de la familia y no sólo los de aquellos que trabajan en la empresa.

Hay que hacer participar a los miembros más alejados de la empresa en la elaboración del Orden del Día de la reunión (los temas a tratar y las actividades a realizar). Conviene intentar hacer una encuestra entre todos los miembros de la familia para definir los temas y actividades que despiertan más interés; y asegurándose de que la agenda cuente con el acuerdo y el apoyo de la familia.

Conviene que los miembros de la familia trabajen en pequeños grupos o parejas para preparar la reunión. Hay que asignar pocas tareas a varias personas en lugar muchas tareas a pocas personas. Es recomendable formar esos grupos de trabajo mezclando aquellos que trabajan en la empresa con aquellos que no. Hay que aprovechar el proceso de preparación de la reunión como una oportunidad para incrementar las relaciones entre los miembros de la familia.

Si la familia es muy numerosa, conviene limitar las presentaciones generales a sólo una parte de la reunión. Luego conviene organizar pequeños grupos de trabajo de manera de facilitar que todos ellos puedan expresar sus opiniones e intereses. Hay que buscar la forma de poder escuchar las opiniones de todos.

Por último, muchas veces conviene recurrir a la ayuda de un consultor de empresas familiares para que actúe como facilitador en la reunión, estimulando la participación de todos y controlando a aquellos que tienden a tener mayor protagonismo; así como también para ordenar el uso de la palabra y evitar que se traigan a la reunión, cuestiones ajenas a la agenda o conflictos históricos no resueltos.

Fuente http://www.tuempresafamiliar.com/?Reuniones_de_la_familia_empresaria