Explorando el contrato emocional
Cuando trabajamos en una organización nos vinculan a la misma dos contratos: uno puramente laboral y otro emocional.
Mientras que el primero sufre pocas variaciones, el segundo, se dibuja y desdibuja con el paso del tiempo.
La falta de respeto del contrato emocional puede provocar consecuencias irreparables. Actualmente, debido a la crisis, quizás las personas optan menos por cambiar de empresa, pero el profesional, mentalmente, deja de formar parte de la misma... y eso es tanto o más grave
Lo complicado del tema es que a veces desconocemos los detalles de esos contratos emocionales, de manera que es muy fácil saltarse sin saberlo, alguna clàusula que afecte la esencia del mismo. Es imprescindible conocer mejor a sus colaboradores y darles la oportunidad de que expresen el contenido de esos contratos (sus expectativas, aquello que valoran en el trato o aquello que consideran inaceptable...). Reuniones bilaterales de exploración de contratos emocionales son imprescindibles.
Sin olvidar que las reuniones de trabajo son uno de los entornos en que se refuerza o se rescinde ese contrato.