Reus, después de Barcelona, fue la ciudad modernista más importante de Catalunya durante los primeros años del siglo XX. Un época algo revolucionaria respecto a modas, tendencias y nuevas disciplinas que también vivían su momento más dorado, como el psicoanálisis.
La casualidad en el tiempo de este movimiento artístico y de las teorías desinhibidoras de Sigmund Froid pueden apreciarse en el edificio del Institut Pere Mata. Una joya arquitectónica de Lluís Domènech i Montaner que empezó a construirse en el año 1898. La zona destinada a la visita turística ha anulado su función originaria de centro sanitario, pero el resto del edificio sigue con su función médica.
Su visita permite apreciar algunos de los espacios del edificio, cada uno con su finalidad. Rasgos característicos del modernismo como la obra vista de la fachada, las vidrieras decoradas y su ornamentación son un claro ejemplo del movimiento artístico y de algunas costumbres de la época. En muchos de los salones aún se conserva el mobiliario original y la utilidad que cada uno de ellos tenía. Zonas de ocio para los enfermos, que se agrupaban según su gravedad y clase social; comedores; habitaciones o salas de billar permiten apreciar con detalle los adornos florales en algunas de ellas y frutales en otras. Las vidrieras están prácticamente intactas, algo que llama la atención teniendo en cuenta que durante todos estos años ha tenido lugar un conflicto bélico.
Ofrecen visitas guiadas sencillas con audioguía en diferentes idiomas, pero también, en horarios determinados, visitas teatralizadas que incluyen un aperitivo y un vermut.
Porque Reus, si por algo es realmente conocida o por lo menos de forma más generalizada es por esta bebida. El licor en aquella época era por definición, algo ligado a los boticarios. Nacido con fines medicinales, esto le valió incluso para salvar las restricciones de la ley seca en EEUU ya que Martini consiguió entrar botellas al país con la excusa de sus poderes curativos. Reus era considerada una de las capitales del alcohol. La filoxera, entre otras razones, provocó poco a poco su caída como centro neurálgico de este sector. Pero conserva su sabiduría y la ciudad sigue siendo un referente en lo que a la elaboración de Vermut se refiere.
Uno de los lugares donde puede aprenderse detalles sobre la bebida y su historia de una forma muy grata es en el Museu del Vermut. Debemos pensar en él de forma diferente a lo que es el estándar de museo. No hace falta que susurres para ver una de las mayores colecciones del mundo dedicadas a esta bebida, si no es la mayor. Recoge una gran cantidad de objetos, botellas y curiosidades.
El Museu, se encuentra en un edificio de 1868, también modernista y se trata de una vermutería en la que puede disfrutarse de un buen aperitivo, de una buena comida y, por supuesto, de un buen vermut.
Los datos indican que la primera marca de vermut como tal fue registrada en 1892. Seguramente su consumo y comercialización empezó antes, pero no existía la obligación de registro. La destilerías de la ciudad acogieron esta nueva bebida con los brazos abiertos, aprovechando su cultura vinícola y sus destilerías.
En concreto, el vermut de Reus tiene unas características muy similares tenga la marca que tenga. Sus fórmulas, hoy guardadas bajo llave, son muy antiguas y seguramente fueron compartidas por los que iniciaron esta actividad.
Generalmente son muy balsámicos y tienen un post gusto amargo. En ellos se pueden llegar a combinar hasta 514 botánicos. Eso sí, el primero e imprescindible es el ajenjo que forma parte de la fórmula junto al agua y al alcohol puro. La distinción entre unos y otros vendrá por la combinación de las hierbas que cada enólogo encuentre para cada casa.
La maceración de las hierbas suele hacerse durante 4 ó 5 semanas. Una vez hecha, un extracto de este líquido se mezcla con vino blanco neutro al que se le añadirá el azúcar y el alcohol necesario para convertirlo en vermut. Su color oscuro curiosamente no deriva de mezclarse con un vino tinto, ni de un reposo por años en barrica. Se trata de algo mucho más sencillo: añadirle caramelo líquido.
Dos lugares que tienen mucho encanto , aunque seguro que Reus tiene mucho más que ver y que visitar. Pero para eso, tendremos que hacer otra escapada. De momento, ya te puede servir como guía rápida para una tarde de turismo en esta ciudad.
Una tarde en Reus: @museudelvermut y @grupperemata Click to Tweet