Gran parte de los resultados de las primeras investigaciones sobre el misterio serían fallidos o parcializados. Hasta ahora, el esfuerzo ha carecido de una supervisión más amplia por parte de una institución capaz de realizar una investigación interdisciplinaria.
Antes de reseñar el reportaje, que tiene valor a los efectos de comprender cómo trabajaron lo expertos ante el llamado misterio, es de indicar que una vez más un medio norteamericano, al igual que otros, soslayan la investigación cubana y el hecho significativo de que los peritos cubanos no han tenido acceso a los afectados, ni hay intercambio científico con los especialistas de Estados Unidos y Canadá, de real validez, siendo que los supuestos ataques se produjeron en la Isla. Asimismo, lo que se demandan al gobierno de Estados Unidos es una investigación multidisciplinaria, que Cuba sí realizó.
El reportero Dan Vergano de BuzzFeed News [1] tuvo acceso a los afectados, sin revelar sus identidades, algo que también hizo Azeb Wolde-Giorghis, de Noticias CBC, de Canadá [2], quien informó que "Quince canadienses, incluidos cinco diplomáticos, demandaron a su país en febrero, acusando a su gobierno de 'restar importancia a la gravedad de la situación, atesorar y ocultar información crítica sobre salud y seguridad, y entregar información falsa, engañosa e incompleta al personal diplomático'.
La única referencia de Vergano a pesquisas cubanas, aparte de descalificar la teoría del canto de los grillos, que no es una teoría cubana [3] como afirma, se trata de un correo del neurólogo Mitchell Joseph Valdés-Sosa, del Centro de Neurociencia de Cuba, quien referido a un dispositivo médico de la Universidad de Miami, escribió "Podría haber un conflicto de intereses, y eso podría haber llevado a un sesgo de confirmación", dijo a BuzzFeed News por correo electrónico. "Su hipótesis podría haber sido que iban a encontrar evidencia de daño vestibular [oído interno], que es lo que mide el casco Neuro Kinetics"
El reportaje de Vergano, informa que se basa en entrevistas con funcionarios de salud pública y personal afectado, así como documentos obtenidos por BuzzFeed News a través de una solicitud de Ley de Libertad de Información, que incluía cientos de correos electrónicos intercambiados entre investigadores y la oficina de investigación de la Marina de los EE. UU., se lee en el portal noticioso.
La investigación inicial se limitó a dos grupos de investigadores en competencia, uno de la Universidad de Miami y otro, de Pensilvania, ambos ansiosos por publicar estudios sobre su propio trabajo y cuyos hallazgos han estado en desacuerdo entre sí. En en el caso de la Universidad de Miami, los investigadores también buscaban promover su propio dispositivo médico aprobado como herramienta de diagnóstico.
De acuerdo con los registros obtenidos por BuzzFeed News, los correos electrónicos muestran que los equipos se pelearon, se negaron a compartir datos y no estuvieron de acuerdo con la autoría del estudio, ya que se apresuraron a publicar en publicaciones de gran prestigio.
Los correos electrónicos muestran que el equipo liderado por Miami discutió convertir la investigación en un esfuerzo de varios años en la Oficina de Investigación Naval de los Estados Unidos (ONR, por sus siglas en inglés) y, lo que es más inusual, también observó la investigación sobre los diplomáticos lesionados como una oportunidad de marketing para gafas de diagnóstico: un Dispositivo médico, y que un investigador y su universidad tenían una solicitud de patente. También se preocuparon de que el "Estado que intenta reclamar la propiedad" de la investigación, según sus comunicaciones, que también sugieren en privado que algunos vieron pocas posibilidades de que la causa del enfermedades que comenzaron hace más de dos años en La Habana jamás se encontrarían.
Por otra parte el secretismo por razones que no se explican, queda al descubierto con el reportaje de BuzzFeed News: "Para complicar cualquier colaboración, y la investigación en general, hubo secreto sobre las lesiones. Esto sigue siendo un problema hoy". BuzzFeed News les pidió a los cuatro científicos de Johns Hopkins que figuraban como participantes en una reunión de julio de 2017, por ejemplo, que comentaran sobre el progreso de la investigación médica sobre las lesiones en La Habana hasta ese momento. Un representante de los medios de la universidad dijo que, el otorrinolaringólogo Frank Lin del Centro Cochlear para la Audición y la Salud Pública, había firmado un acuerdo de confidencialidad, y que el resto "no puede comentar" por razones no reveladas.
A todo lo anterior se añade el sesgo político con declaraciones insidiosas. El gobierno de Trump no ha dejado de culpar a Cuba, a pesar de que no se han identificado posibles autores, ni personas con motivación, intención o medios para ejecutar este tipo de acciones, ni evidencias de ellas.
Cuba ha reiterado que Estados Unidos persiste en utilizar el término ataques para referirse a los alegados incidentes de salud reportados por diplomáticos norteamericanos en La Habana, aun cuando la ciencia no respalda tales acusaciones.
Notas
[1] https://www.buzzfeednews.com/article/danvergano/havana-syndrome-research-cuba-sonic-attack
[2] https://www.cbc.ca/news/politics/diplomats-sue-ottawa-cuba-embassy-sickness-1.5008794
[3] https://islamiacu.blogspot.com/2019/01/serian-grillos-los-causantes-de-los.html