Review Black Sails Temporada 1

Publicado el 20 marzo 2014 por Elaltramuz @ElAltramuz

Llega la nueva apuesta de la cadena Starz por una serie histórica, y elige para ello un género tan poco explotado en la televisión como es el de piratas, y lo ejecuta de la mejor manera posible, desde un punto de vista realista y mostrándonos los aspectos más desconocidos y olvidados por parte del cine.
La producción toma como punto de partida el funcionar como una especie de precuela libre de la célebre novela de piratas La Isla del Tesoro de Robert Louis Stevenson, decisión no solo arriesgada, si no cuanto menos curiosa, teniendo en cuenta que es precisamente dicha obra y posteriores adaptaciones cinematográficas las culpables de haber extendido esa visión tan romántica que tienen los piratas a ojos del público generalizado. Es por ello que Black Sails toma sus personajes pero acaban teniendo más bien poco que ver con los de su versión en papel, aquí las bandas de piratas no son personas deseosas de libertad, ni buscan tesoros abandonados escondidos bajo tierra en islas desiertas, lo que se nos muestra son tripulaciones de corsarios sanguinarios, ladrones, asesinos a sangre fría, violadores y en definitiva individuos de la peor calaña que no encajan en la sociedad, cuyo único rasgo civilizado con el que cuentan es el de formar una especie de sistema democrático para elegir a su capitán, que es otro punto de vista al que no estamos acostumbrados, olvidándonos por tanto del clásico capitán que lidera por lo imponente de su imagen. 
La historia nos sitúa en el año 1715, la edad de oro de la piratería en el Caribe, es en este punto donde la tripulación del capitán Flint (Toby Stephens) va en busca de un barco Español, El Urca de Lima, el cual transporta una gran fortuna, para ello antes tendrá que realizar un alto en el camino en la isla de New Providence, en donde reina la anarquía y que por tanto es usada por todo tipo de bandas de piratas para comerciar con sus botines, aquí Flint y su banda buscaran fortalecerse con nuevas alianzas con el fin de poder llevar a cabo sus ambiciosos planes. 

Después de que la cadena Starz ya se encargara de la producción de la exitosa serie Spartacus, todos los ojos estaban puestos en esta nueva apuesta, nuevamente plagada de altas dosis de violencia y sexo, marca habitual de la casa, pero que aquí ya se puede observar como aprendena manejar estos elementos de forma mucho más comedida y justificada y sobre todo renunciando a la continua acción en favor de trabajar un argumento más elaborado. En cuanto a la factura técnica es de un nivel verdaderamente sobresaliente, teniendo en cuenta los presupuestos más limitados en televisión, a pesar de ello visualmente no se sonroja en ningún aspecto frente a las propuestas cinematográficas del género, también es cierto que el número de decorados en los que se mueve la serie se antoja en ocasiones algo limitado, peroal menos la falsedad digital ya no se hace tan evidente como en anteriores producciones de la cadena. En el apartado de casting también hay que felicitar a los responsables, aunque sin grandes alardes en cuanto a nombres, todos ellos cumplen cuanto menos con su rol y el gran trabajo de vestuario y caracterización les sienta de maravilla. Mención aparte para la banda sonora que no podía estar mejor escogida y sobre todo sin olvidar la poderosa música de los títulos de crédito, que junto a sus imágenes la pueden colocar entre las mejores aperturas de series de televisión actuales, unas piezas que por su originalidad cada día están más presentes como pequeñas obras de arte en este mundillo.

En cuanto a los aspectos negativos, poco hay que mencionar para un producto que en absoluto decepciona,a pesar del Hype generado y a sus promesas, sobre todo provenientes de referentes anteriores. Solo se le pueden achacar algunos puntos de la historia que amenazan estancamiento argumental, víctimas de un ritmo en ocasiones demasiado lento y del que es culpable el prestar demasiada atención a los asuntos políticos del comercio, algo que no está falto de interés pero que a pesar de todo no es lo que verdaderamente interesa, esto y que debido al mencionado ritmo lento tan solo ocho capítulos en su primera temporada se antojan algo insuficientes como puesta en escena, dejando al espectador con la sensación de que falta algo o más bien de quedarse colgados, al menos esto es lo que puede sacarse de esta primera remesa de episodios.

A pesar de los puntos negativos ya expuestos, la serie ya esta renovada desde hace tiempo para una segunda temporada, que se puede intuir como mucho más orientada al espectáculo que tanto le gusta a la cadena, siendo esto una toma de contacto que ha tenido como función principal la colocación de piezas en el tablero. Dicho esto ya solo queda esperar presumiblemente hasta enero de 2015 para conocer como continúan las aventuras del capitán Flint y su tripulación.