La camisería industrial ha evolucionado mucho en los últimos años, convirtiéndose en una perfecta alternativa con un gran compromiso entre personalización, prestaciones y precio. Además algunos fabricantes y camiserías ofrecen una amplia variedad de opciones en algunos casos casi sin límite, como le ocurre a Haberdashers.
Pero el encanto de la artesanía y personalización máxima nos lo ofrece sin lugar a dudas la camisería artesanal. Pero… ¿Qué más nos ofrece? No obstante, como ya hemos comentado en referencia a la sastrería, en la camisería también existen infinidad de opciones intermedias con más o menos grado de artesanía.
La que os muestro hoy es la camisería que ofrecen como artesanal la mayoría de sastrerías y camiserías españolas. Si bien, como veremos a continuación y como ocurre en el caso de la Sastrería artesanal, hay partes que inevitablemente están realizadas a máquina, de forma diferente a la versión industrial, pero igualmente a máquina. Hago esta inciso por una reflexión que añadiré al final.
Esta ha sido mi segunda camisa artesanal a medida, la primera ya os la mostré en su día y fue de D. Mariano Langa. Pero hoy aprovecharé esta nueva confeccionada por Haberdashers para indicaros algunos de los detalles que nos ofrecen este tipo de camisas.
La primera vez que estamos ante una camisa artesanal y la comparas con una industrial no pareces encontrarles tantas diferencias, pero lo cierto es que si existen bastantes. Una de las grandes diferencias radican en el cuello, y es que este tipo de camisa no suelen llevar entretelas termoselladas con lo que conseguimos un conjunto de pie de cuello y cuello con más naturalidad e incluso más cómodo.
Esto es extensible a la entretela de los puños y del jaretón -si la hubiera en este caso-.
El siguiente punto que si podemos diferenciar a simple vista son los ojales. En el caso de la camisa artesanal, los ojales son evidentemente a mano, apreciándose leves irregularidades propias del trabajo artesanal.
Otro punto que aunque ya no es exclusivo de la camisería artesanal, si que suele ser prácticamente obligado son los botones de nácar o madre perla. Dejamos a un lado los de resina y contamos con estos botones cosidos a mano y con uno de los materiales más resistentes usados en el mundo textil. Aunque a decir verdad al parecer el nácar que se usa hoy día es tan artificial como el rubí usado en alta relojería. Consecuencias de la globalización y popularización de estos productos.
Para seguir descubriendo detalles le daremos la vuelta a la camisa ya que dado el nivel de perfeccionamiento de los oficiales camiseros españoles deja ver más su artenasía en el reverso.
Y es que el montado de cuello, mangas y puños está totalmente hecho a mano, mediante un amplio pespunte que sólo deja unas leves puntadas en el anverso de la camisa. Algo que en camiserías italianas parecen forzar para que de verdad se aprecie el trabajo artesano, y que en este caso quizás echo de menos. (Aunque tengo que decir que lo he pedido así expresamente en mis dos siguientes camisas artesanales y estoy a la espera de ver el resultado).
Si os fijáis bien descubriréis las costuras a mano, más amplias en el hombro (arriba) y algo menos en el puño (abajo). He tratado de fotografiar la costura del cuello pero está tan bien hecha que me era complicado separar el tejido con una mano y sujetar con otra. Una vez más me sorprende el nivel de ejecución de la mano de obra española.
Otra peculiaridad de este tipo de camisas es que el bajo tanto de delanteros como de espalda está confeccionado mediante un pequeño dobladillo a mano. Creo que se aprecia con claridad en la fotografía siguiente.
Como os comentaba al principio, el resto de costuras, generalmente las de mayor longitud, se realizan a máquina, pero siguiendo un proceso distinto al de la confección industrial.
Todas las costuras van cerradas por 7 puntadas por centímetro, cuando lo habitual en confección industrial son 5 puntadas. Ello confiere más resistencia a la costura -además de un mayor gasto de hilo-.
Además, en la unión de los delanteros con la espalda -costura del costado- no recurrimos a la tradicional costura francesa de la que hace gala la confección industrial. Sino una costura doble a modo de pequeño dobladillo. De esta forma se cerrará también cada manga.
Como no podía ser de otra forma, las iniciales son realizadas íntegramente a mano exclusivamente por una bordadora, aunque esta opción ya la tenemos disponible en la camisería a medida industrial de Haberdashers.
Este servicio de Camisería Artesanal nos lo ofrece Haberdashers a partir de 120 euros. Es decir, unos 60 euros adicionales a su tarifa de precios por la confección artesanal, y dependiendo del tejido elegido.
En concreto el modelo que veis está realizado con un tejido 100% algodón de Canclini, que en camisería industrial tendría un precio con ellos de 65 euros, y sumándole los 60 euros de la confección artesanal harían un total de 125 euros.
Desde mi punto de vista, y una vez sido plenamente consciente del trabajo que lleva, me parece un precio perfectamente coherente. Diría que de los más económicos del mercado.
REFLEXIÓN
Como podéis ver hay grandes diferencias entre uno y otro tipo de confección. Sin embargo, vemos que continúa habiendo una amplia presencia de la máquina en el proceso. Los más exigentes dirán que esto no es totalmente artesanal y en cierto modo tendrán razón.
Al transladar esta reflexión a diferentes profesionales del sector, llego a la conclusión de que se ha optado por esta solución en pro de conseguir un equilibrio entre la calidad y precio final de producto. Ya que una costura de gran longitud realizada a mano exigiría de mucha destreza -MUCHA- para que sea medianamente recta. Y tendría un coste elevado que indudablemente se repercutiría a un desorbitado precio final que podría rondar fácilmente los 200 euros.
Ahora bien, dado el nivel de evolución de la Sastrería Industrial en los últimos años, hay que reconocer que en muchos casos el salto a la Sastrería Artesanal comienza motivado por el encanto de la artesanía, y esto es algo que nos gusta mostrar. Mostrar la diferencia. Y lo cierto es que con el extraordinario nivel de calidad que encontramos en los sastres y camiseros españoles a veces, desde un ojo poco entrenado, cuesta diferencia entre lo artesanal y lo industrial.
Sin embargo, en corrientes como la italiana en determinadas prendas se hace patente de manera clara esa artesanía que los españoles escondemos bajo la perfección del acabado.
Recordemos…
Lo perfecto es enemigo de lo bueno
¡ Buen comienzo de semana!