Review mocasines de antifaz modelo The Leipzig de Crownhill.

Por Sinabrochar @sinabrochar

La primera vez que conocí los zapatos de Crownhill el modelo de todos los expuestos que más llamó mi atención fueron estos mocasines de antifaz, en cualquiera de sus versiones. Su horma me parecía preciosa a la par que equilibrada, y sabéis que es una de las cosas que más valoro en un zapato.

El packaging de Crownhill tan completo como siempre, incluyendo una bolsa de almacenaje y un calzador, así como una tarjeta de visita recordándonos cuál es su tienda online.
Pero si la presentación nos gusta, el zapato en detalle lo hará mucho más…

A pesar de ser un aspecto complicado de plasmar, lo que más me ha llamado la atención de este zapato -además de su horma- es la piel con la que está confeccionado. El ante inglés en color marrón chocolate tiene un tacto muy agradable y aterciopelado. Sólo hay que ve cómo se dibujan esas formas sobre su superficie a poco que lo cojamos.

La horma me recuerda mucho a los Full strap de Carmina, con una puntera que se desarrolla con una bonita curva conforme vamos avanzando hacia la parte central del mocasín, dotándolo de cierto ancho pero sin hacerle perder un ápice de esbeltez.

El antifaz, cosido y pegado al empeine con una limpieza y pulcritud magníficas, dibuja unas formas divertidas.
El bordón perimetral en el empeine y puntera es discreto y está perfectamente ejecutado.

Otro detalle que nos revela la gran calidad de este zapato lo encontramos en la perfecta ejecución del vivo que bordea todo el empeine y boca del zapato. Fijáos en la imagen bajo estas líneas y comprobaréis lo que os digo...

Personalmente en general me gusta que los zapatos tengan suelas no demasiado gruesas y que no sobresalgan en exceso de las proporciones del zapato. En este caso el Leipzig cumple a la perfección con mis preferencias, y como podemos ver en la siguiente imagen cuenta con una suela estrecha y discreta.

Hablando de suela… tengo que hablaros de esta peculiaridad por la que han apostado desde Crownhill. Se trata de un Spy de goma proyectado sobre la suela de cuero. De esta forma contamos con los beneficios de la suela de cuero, pero sin renunciar a la adherencia que nos proporciona una suela de goma.

Aquí lo podemos ver con más detalle...

Si os fijáis, y para quien ya me conozca un poco, el número de este zapato no es un 41 como suele ser habitual en mí, sino un 40. Ya que desde Cronwhill me advirtieron de que este zapato daba más talla de la habitual.

En la imagen sobre estas líneas podemos ver detalle del talón, con el refuerzo típico sin demasiados alardes ni florituras.
A continuación os dejo un par de fotos de vistas cenitales en las que podéis ver las proporciones del zapato desde otro punto de vista...


En la siguiente imagen podemos apreciar el perfecto acabado del encuentro entre suela y cuerpo del zapato en la zona del contrafuerte del talón.

El interior del zapato está a la altura del resto, confeccionado en piel de ternera de curtición vegetal, con una suavidad realmente increible. También contamos con la suela interior totalmente contínua que además está acolchada, parte del secreto de la gran comodidad con la que cuentan los zapatos de esta marca.

Ahora veamos cómo queda este zapato en los pies, que es un aspecto también importante…
Como podéis ver se trata de un zapato muy polivalente que quedará bien tanto con unos pantalones vaqueros o chinos como con un pantalón de franela gris.



Realmente son pocas las opciones que encontramos en el mercado para encontrar un mocasín Penny como este, al menos dentro de un precio similar, y es que en este caso el Leipzig cuesta 135 euros. (Incluyendo envío) y podéis creeme que realmente los vale.
Espero que hayáis disfrutado tanto como yo diseccionando con detalle estos zapatos.