Review: The Last Dance (2020) – Serie Documental

Publicado el 17 mayo 2020 por Proyectorf @Proyectorfant

I wanna empathize with Mike

Este lunes se estrenan los últimos dos episodios, pero hoy ya podemos decir que lo que generó "The last dance" (2020) desde el principio del anuncio de su estreno fue bastante curioso. Se trató de una producción tan esperada como demorada y anticipada, pasaron más de 20 años desde el 14 de junio de 1998, el último partido de Michael Jordan con los Chicago Bulls. Sin embargo, la expectativa fue tan grande que en los Estados Unidos algunos de sus capítulos tuvieron más rating que cualquier documental deportivo que haya sacado ESPN e incluso sólo dos partidos de la temporada actual de la NBA midieron más.

Sorprende, pero al mismo tiempo no. Se trata de un producto acerca de uno de los íconos culturales más grandes de una década bisagra. Jordan es sinónimo de globalización y cualquier persona, aún aquella que no esté interesada para nada por el basket, puede encontrarse curiosa por conocer la turbulenta llegada al tope de una figura mundial.

La serie documental se concentra en cada capítulo en un protagonista, y en una serie de años. Empieza con los rumores y el comienzo de la última temporada de Jordan, y al mismo tiempo se centra en sus inicios. Así avanzan en paralelo la temporada de la NBA de 1998 y la carrera deportiva de Jordan y los Chicago Bulls. Al mismo tiempo se centra en un personaje, los primeros capítulos son para Jerry Krauze a quién evocan como enemigo principal del trío de estrellas (Phil Jackson -entrenador-, Scottie Pippen y Michael Jordan), luego en el segundo capítulo se centran en la figura de Pippen y la importancia que tiene, y así sucesivamente.

Más allá de este modo de contar, uno puede decir "¿10 capítulos para contar una temporada?, ¿La historia de un jugador?, ¿No es demasiado?". La realidad es que en la expectativa y el disfrute, parece poco. Porque la virtud más grande de The last Dance es la mirada para nada contemplativa de una máquina de competir como es Michael Jordan.

No me gusta el basket ¿Por qué tengo que ver The Last Dance?

Como sucede con el documental sobre Diego Maradona (2019), se trata de un foco que no esquiva las controversias y es atractivo tanto para aquellos que amen a la figura como para quienes la odien. Jordan tenía sobre sí mismo el peso de ser ejemplo por tratarse del deportista más popular del mundo. Sin embargo, se trató de un deportista que siempre cuido su imagen como un escultor, así supo esconder sus miserias. La serie no busca lo mismo, pregunta sobre el escándalo de las apuestas, los rumores de los malos tratos hacia sus compañeros y sobre todo, expone el bullying que le hacía a Jerry Krauze -manager de los Chicago Bulls de esa época-.

Además, es el testimonio de Jordan y su sinceridad respecto a todo lo que motiva al espectador. Vemos muy lejano el "I wanna be like Mike", esa figura de héroe idealizada e imbatible que había generado durante sus años de reinado -los noventas-, se percibe que esa construcción se generó en sus derrotas con los Pistons en los ochentas.

No se puede decir que el documental toma la subida y caída, porque no se puede decir que Jordan cayó de la forma que lo hacen las celebridades. De hecho, todavía hoy sigue siendo uno de los mejores deportistas pagos. Sí nos pone en su lugar. Nos hace empatizar con su mentalidad, un poco despreciable para ser honestos, pero es la visión honesta que nunca tuvimos de Michael Jordan. Por lo menos para aquellos que no conocíamos tan en profundidad su personaje.

El más grande de la historia (en la nostalgia)

Por otro lado, The Last Dance trajo a los Bulls al siglo XXI de los memes y cada capítulo fue una experiencia virtual general post cuarentena. Cada reacción de Jordan con la Tablet o ese espíritu ganador voraz ya se convirtió en un meme en sí mismo.

Por eso lo paradójico fue que durante esta cuarentena hubo pocos estrenos que hayan generado esa visualización casi unánime, como sí se pudo producir por una serie popular tipo Game of Thrones. Y en una época que los canales deportivos viven del recuerdo, el hecho que uno de los productos audiovisuales más populares de estos días haya sido esta serie, sirve para recordarnos lo grandioso de Jordan. Del peso propio que tuvo y ­que a pesar que haya habido jugadores más queridos (Kobe), o jugadores más potentes (Lebron), que hoy tenemos más frescos, es difícil que alguno le quite el lugar en la historia que tiene Jordan por lo que significó para el deporte en sí.

Por eso, para cualquier persona interesada en el deporte o la cultura de masas, The Last Dance es una obligación.

Por Germán Morales