Review Wayward Pines [Temporada Única]
La serie de la Fox da carpetazo a la primera, y definitivamente única temporada, de la que ha sido su apuesta veraniega para este año, pasemos a comentar si finalmente ha estado argumentalmente a la altura de lo esperado, o sí como su desastrosa audiencia, se tiene bien merecida su cancelación.
Como ya nos encargamos de comentar hace unas semanas en nuestra anterior review, vistos los cuatro primeros episodios, la serie estaba dejando unas primeras sensaciones verdaderamente buenas, aunque, con ciertas dudas sobre sus futuros episodios.
Como recordareis, todo empieza cuando el agente del servicio secreto Ethan Burke (Matt Dillon), va en busca de dos agentes federales desaparecidos, en el camino se ve implicado en un accidente de tráfico, por lo cual acaba en un pequeño pueblo de Idaho llamado Wayward Pines, donde sus inquietantes habitantes harán todo lo posible para que nadie huya del pueblo.
La ambientación es otro gran punto para la serie, la atmósfera visualmente de malrollismo que se respira durante todos sus episodios, cumple a la perfección, perdonando a algún que otro descarado croma. La banda sonora por otro lado pasa en su mayor parte desapercibida, y no aporta nada nuevo en cuanto a thrillers se refiere.
Los actores van a marcar el gran contra de la serie, por un lado tenemos a un Matt Dillon en el papel protagonista, que cumple con lo que su personaje requiere, lo cual tampoco es mucho que digamos, en cuanto al resto de secundarios, prácticamente todos adoptan una actitud en extremo forzada, lo cual con el desarrollo de los episodios y la revelación de misterios, deja en el espectador la sensación de que todo el pueblo está formado por habitantes bipolares, ya que estos actores no son capaces de transmitir de forma adecuada la transición que requiere un personaje que pasa de ocultar algo a revelarlo.
En conclusión Wayward Pines, quedara en el recuerdo como una breve y correcta serie, que podría haber aspirado a más de no ser por su falta de ambición, que termina dejando en su conclusión evidencia de sus taras. A pesar de ello sigue siendo de lo más destacado que ha podido ofrecernos últimamente la decadente televisión en abierto.
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