Por el otro, es una pena que hayan abandonado los caminos que habían abierto en su magnífico debut (Ego war, 03) donde todo parecía nuevo, aún por descubrirse, a medida que cada track avanzaba. Un soplo de aire fresco, en aquel momento, en simultáneo con la llegada de otros grandes renovadores como The Streets y Royksopp.
La cosa es que ya en Generation (05) estos chicos ingleses habían comenzado a patinar, resignando originalidad (aquella apropiación/ manipulación casi hooligan de los códigos de género, mezcando hip hop con buenos beats) y acercándose a un registro más "profesional", ansiosos por entrar en las pistas a nivel oficial (en un gesto medio oportunista remixaron a Nancy Sinatra vía Kill Bill). Pero aparte del cambio de rumbo (que de por sí solo podría resultar saludable) lo que había comenzado a flaquear era el aspecto compositivo. Ese segundo disco empezaba a mostrar mucho relleno, mucha falta de sustancia.
En una primera oída, Higher than the Eiffel, su nuevo disco, parece seguir en la veta fallida de Generation. Al comienzo ("Drums" y "Only man") no pasa nada nuevo y en "Daisy chains" vuelven sobre esas baladas embolantes que cortan cualquier levantada. "Fell alright" es una cruza entre los Bullys y los Chemical Brothers de "Push the button" (acá levantan bastante bien) y "Twist me up" presenta novedades rítmicas, llevando la música hacia terrenos casi indie pop, aunque con escaso brillo.
En la mitad del disco, "Dynamite" trae un poco de feeling funk y "Drained out" levanta algo la puntería, formando un tándem de mid tempos con "London Dreamer". A la altura de "Shotgun"/ "Draggin me down" la cosa se pone aburrida en serio y en el último tramo tanto "Smiling faces" como "Kiss the sky" suenan desinspiradas, repetitivas y sin ideas.
Como casi todo el disco.
Audio Bullys, Higher than the Eiffel (Cooking Vinyl, 2010).