Para mí la revisión anual es un acontecimiento importante. Me permite poner en orden mi sistema, tomar perspectiva y empezar a preparar todo lo que vendrá en los siguientes 12 meses.
La revisión anual es un espacio para la reflexión sobre lo que haces y la apreciación de lo que tienes #revisioanual
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También es un momento de apreciación de todas las cosas buenas y no tan buenas que me han sucedido desde la pasada revisión anual. Que me ha pasado pero sobre todo como lo he afrontado y que me ha acabado aportando.
Es mi sistema personal que cada año voy elaborando un poco más. Te comento cómo lo llevo a la práctica.
Revisar mi archivo de ideas
Empiezo por una revisión de mi lista de algún día/tal vez. Durante el año se ha ido llenando con ideas de las que no me podía hacer cargo en su momento o deseos he guardado para realizarlas algún día si surge la oportunidad.
“El proceso me permite purgar la lista eliminando acciones, proyectos ya realizados o que han perdido el interés”
La otra razón es la necesidad de refrescar la memoria. Volver a releer aquellas ideas – o deseos – que quería materializar a largo plazo y plantearme si este año es el momento para llevarlas a cabo. Cada año intento escoger uno de la lista y convertirla en algo tangible.
Referencias
Reviso mi lista de referencias. Se puede considerar otra parte de la lista de Algún día/Tal vez o una lista aparte donde guardo referencias de libros (u otras lecturas), películas, documentales o actividades a las que asistir.
La mecánica es la misma, purgar e intentar sacar alguna para disfrutarla durante el ejercicio en curso. Mi lista de lecturas se nutre de aquí. Esta revisión me permite crear una lista de compras decidiendo en frío. Me ahorra malas decisiones y compras compulsivas :-P
Balance del año que termina
Reviso los objetivos fijados en el año anterior. Dispongo de un documento redactado en el año anterior (ver último punto) sobre los hitos en los que trabajé durante el año.
Me cuesta moverme por objetivos en el sentido clásico de fijarme un hito elevado. Me dedico a implementar cambios en mi vida, a mejorar mi sistema y trabajar en algún proyecto notable.
Para cada objetivo intento responder que he conseguido después de trabajar en él durante un año. ¿Es lo que me esperaba? y en el caso de no haberlo logrado escribo sobre el porqué.
Repaso lo que he y no he logrado. Comparo lo que quería conseguir y lo que he conseguido. Lo contrasto. Intento encontrar los motivos reales y no quedarme con simples justificaciones.
Recuerdo todos los cambios que han llegado a mi vida sin de forma imprevista. En mi entorno, consecuencias de mis acciones que yo no me esperaba …
Recuerdo como me sentí y cómo lo gestioné. Lo hago en frío y desde la distancia. Muchas veces sólo se trata de escribir 3 líneas sobre el tema en mi cuaderno para tenerlo presente, para registrarlo y darme cuenta de que no hay nada tan terrible como parece.
“Llevo un diario donde escribo esporádicamente, lo que facilita la tarea de recordar que me ha pasado y cómo lo viví en su momento”
Reviso mis valores. Inspirado por los informes de integridad de James Clear. Reviso los valores que intento reforzar crecimiento personal, inteligencia emocional, resilencia… Que ha mejorado en el último año y que es lo que siento que tengo que cambiar.
Que haré el próximo año
No sé cómo funcionas tú cuando decides que quieres “conseguir” durante el próximo año. Cuando llegan estas fechas yo ya tengo bastante masticadas unas cuantas ideas. El repaso a mi lista Algún día/quizás lo acaba de aclarar.
“De mi almacén de ideas saco eventos, formaciones a las que asistir o simplemente ideas que me gustaría llevar a la práctica…”
Configuro un calendario anual de eventos en los que quiero estar presente. Me ayuda a reservar tiempo y dinero necesario.
Proyectos/objetivos
No me implico en la consecución de grandes objetivos pero todavía hay lugar para proyectos importantes. Me refiero a metas a alcanzar a tres y seis meses vista.
Para empezar defino y desgloso la actividad necesaria para ponerlas en marcha. No me voy a extender contándotelo, si te suscribes a la lista del blog recibirás un ebook de regalo que te explica como lo hago.
Una vez definido el que y el cómo queda el cuándo. Temporizado por semanas lo que tengo que hacer. Si no lo hago pautando el tempo de la acción he descubierto que no hay manera de avanzar.
Mientras que el calendario me marca unas actividades que quiero hacer y que no puedo interferir con otros compromisos ni ponerme pretextos de última hora para evitarlos (son un compromiso conmigo mismo). Los grandes proyectos fijan la actividad importante, aquella que va primero, que está por encima de las cosas urgentes y de las convencionales.
Es un proceso para mi mochila de asuntos pendientes, ideas i deseos. Ordenar mi almacén de ideas, apreciar y dar gracias por lo que me ha pasado durante el último año y decidir qué haré los primeros meses del próximo.
No olvidar nada, de lo que he hecho y de lo que haré. Me tomo unas horas, divididas en varios días, para ordenar mi vida y preparar el próximo año.
Photo by Marc-Olivier Jodoin on Unsplash