Cuando todavía las computadoras no existían computadoras para oficinas, las calculadoras electrónicas (eran enormes) estaban todavía fuera del alcance del bolsillo de muchos, y las calculadoras de bolsillo no existían todavía; una buena sumadora como la Burroughs era la compañera ideal en cualquier empresa...
Agradecimientos a María Paz por esta clásica publicidad...