Nos ha sorprendido cómo una revista de 132 páginas, referencia en su sector, puede tener una maquetación más próxima al siglo XIX que al XXI. No vamos a entrar en el contraste entre los anuncios de los pequeños fabricantes, que todos sabemos el perfil gráfico que les caracteriza, y el de los grandes: Calvo, Consorcio, Campos,... Lo que nos parece inadmisible a estas alturas es el diseño de sus páginas: la utilización de sombras propias de Word Art en textos e imágenes, el uso primitivo del efecto "bisel y relieve", las fotografías caducas que ilustran las noticias,...
Si podéis echarle un ojo... no tiene desperdicio, bueno, sí que lo tiene, claro.