Revolución en Cataluña. Francia. Guerra de Sucesión. Pérdida de libertades

Publicado el 25 octubre 2013 por Manuhermon @manuhermon

Revolución campesina en Cataluña. Integración en Francia y rápida salida. Guerra de Sucesión, Felipe V-archiduque Carlos. Caída de Barcelona y pérdida de libertades. Muchas de las notas que siguen están tomadas del libro de Ricardo García Cárcel, ‘La herencia del pasado’, Galaxia Gutenberg. Capítulo IV. Hasta los siglos XVI y XVII Cataluña tiene una historia en parte paralela a la de Castilla, un pasado medieval glorioso, que se rompe en el XVII por la decadencia moderna de la que siempre aparecerá como culpable el Estado español. En 1640 se produce una experiencia revolucionaria y secesionista, -en el marco de la guerra con Francia desde 1635-. En el Corpus de Sangre 7-6-1640 mataron al virrey y se separan durante 11 años de la monarquía de Felipe IV, convirtiéndose en provincia francesa, hasta que en 1652 se reencuentren con la monarquía española.
La experiencia les fue negativa, por cuanto el centralismo francés era muy superior al español desplegado por el conde-duque de Olivares, y sigue siéndolo en la actualidad, como el de la mayoría de países conocidos. Conviene retener que los conflictos del contencioso castellano-catalán fueron entonces el político fiscal, la valoración del régimen foral y el lingüístico. A los pocos años, en 1704 volvió el conflicto en el marco de la guerra de Sucesión por el trono español entre las casas de Austria y Borbón. Los catalanes apoyan al archiduque Carlos frente a Felipe V, el rey heredero según testamento de Carlos II, austracistas contra borbonistas. Cataluña sola contra el mundo, contra franceses y españoles para defender a la casa de Austria. Mientras tanto no se puede hablar de uniformidad del pueblo catalán. Inicialmente fueron borbónicos, como muestran los elogios dedicados a Felipe V en visita a sus cortes 1701/1702, se mantiene borbónica hasta 1704 resistiendo un ataque y sitio a Barcelona, cuando toman la ciudad, salen de ella 6.000 borbónicos. En 1705 se pasan al austriacismo, como toda la corona de Aragón.  Las Cortes 1705/1706 ratifican su posición austracista. A partir de 1707 tras la victoria borbónica en Almansa, Valencia y Aragón pierden sus fueros. Desde 1707 el austriacismo solo resiste en Cataluña y desde 1712, solo en Barcelona. El archiduque Carlos se va a Viena en 1711 para ejercer como emperador, y abandona la pretensión del trono de España. Así llega el drama de 1714, resistiendo ¿para defender qué? El 11 de septiembre de 1714 las tropas borbónicas entran en la ciudad de Barcelona, sitiada durante ocho meses.
Esta guerra perdida, comporta transformaciones físicas en Barcelona, destrucción de barrios y construcciones militares, supresión de las constituciones catalanas, gobiernos militares, imposición del catastro, imposiciones culturales, quedará como la perdida de la libertad de Catalunya. La Generalitat no fue suprimida por los borbónicos, previamente lo había sido por el Consell de Cent en pleno mandato austriacista. A partir de entonces los catalanes comerciantes austriascistas colaboran con los borbónicos, y colaboración militar entre unos y otros y política entre unos y otros… el desencanto estaba servido. Felipe V, con los decretos de Nueva Planta, desmantela fueros, cortes de los reinos, diputaciones, fiscalidad local, las reservas e naturalización que obligaban a dotarse de naturales entre los consejeros…cambia la monarquía descentralizadora de los Austrias y Reyes Católicos, e instaura el centralismo francés.
Lo triste es que los decretos de la Nueva Planta, las políticas de Felipe V afecta negativamente al conjunto de España, no solo a los catalanes, pero se culpa a los españoles del desastre. El mecanismo es similar al de la Guerra Civil franquista, ahora parece que fue una guerra de Castilla contra Catalunya, y Euskadi, parece que el Gobierno español, a quien se le piden responsabilidades, bombardeó Guernica y Barcelona, cuando era el gobierno republicano y los españoles republicanos, quienes recibían las bombas, en Guernica, Barcelona y Madrid. De repente, los catalanes y vascos que apoyaron a Franco, que lucharon a su lado y vencieron machacando a sus vecinos han desaparecido de la historia, como quienes le financiaron, solo quedan en la escena los españoles malísimos, contra los catalanes, y vascos.
La identidad catalana ha tenido más claro lo que no es que lo que es. Toda la memoria histórica catalana se ha construido desde la óptica de la diferencia, nunca de la similitud. El término más repetido en la historia de Cataluña ha sido el de ‘hecho diferencial’, que especialmente se refleja respecto a Castilla… Que desde la época moderna la identidad catalana se ha forjado en buena medida por oposición a Castilla es algo incuestionable.
Ricardo García Cárcel, ‘La herencia del pasado’, Galaxia Gutenberg