Hoy toca esta"deconstrucción" de tortilla de patatas. La receta es original de mi cuñada Nieves Gómez, que siempre habla con cariño y nostalgia de este plato que preparaba su madre, Mª Rosa, que se fue tan temprano... Luego sería la abuela la que les prepararía este delicioso cuajo de patatas (así lo llaman ellos).Se prepara de forma similar a nuestra omnipresente tortilla de patatas, salvo que en lugar de batir los huevos, añadir la patata frita despacito y cuajar en forma de tortilla, se cascan los huevos directamente en la sartén en la que hemos frito las patatas (escurridas de aceite, claro).
Gracias cuñada por la receta y os la dedico con todo mi cariño a toda la familia Gómez Martínez.
Para 4-6 personas:
- 3 patatas
- 6 huevos
- 1 cebolleta
- aceite de oliva virgen extra
- perejil fresco
- sal
Se pone aceite abundante en una sartén a calentar y mientras tanto se van pelando y cortando en trozos las patatas como si fueran para tortilla.
Cuando esté caliente el aceite se añaden las patatas y se baja el fuego, para que se frían despacio, quedando blanditas por dentro sin dorarse. Se salan ligeramente.
Si os gusta con sabor a cebolla, como a mi, picáis una cebolleta y la añadís a las patatas mientras se están friendo.
Cuando las patatas estén fritas y blanditas se escurren del aceite. Se cascan los huevos, uno a uno, y se remueven junto a las patatas con una cuchara de madera o una espátula. Se rectifica el punto de sal y se remueve hasta dejar en el punto que más os guste. Yo lo dejé menos cuajado, pero mientras hacía el estilismo de la foto se me terminó de cuajar.
Se espolvorea con perejil picado y se sirve inmediatamente.