Buenos diálogos, intérpretes en estado de gracia y una realización ágil, consiguen que guste la cinta y al finalizar se pueda hablar de ella durante un buen tiempo dado los temas que analiza de, como se suele decir, rabiosa actualidad. Además, su metraje es el justo y adecuado. Merece la pena.
Buenos diálogos, intérpretes en estado de gracia y una realización ágil, consiguen que guste la cinta y al finalizar se pueda hablar de ella durante un buen tiempo dado los temas que analiza de, como se suele decir, rabiosa actualidad. Además, su metraje es el justo y adecuado. Merece la pena.