107 Aniversario de la huelga obrera de Bellavista
César Ricardo Luque Santana
El día lunes 19 de marzo del año en curso se conmemoró en el poblado de Bellavista Nayarit la primera huelga obrera del siglo XX en México (1905), la cual se considera un movimiento espontáneo de reivindicación de los trabajadores precursora de la huelga de los mineros de Cananea en Sonora (1906) y de los obreros textiles de Rio Blanco Veracruz (1907) que a su vez presagiarían, antecederían y desembocarían en la gesta revolucionaria de 1910.
Esta celebración que abarcó una serie de actividades cívicas, culturales y deportivas a lo largo del día, surgió según me comentó un padre de familia orgulloso de sus hijos que participaron de manera activa en la representación teatral de la historia de Bellavista, a iniciativa de los mismos jóvenes adolescentes. Esta representación abarcó desde el nacimiento hace 170 años de la Fábrica de Textiles que a su vez dio origen a la localidad de Bellavista, hasta el mencionado movimiento de huelga donde los trabajadores reclamaban mejores condiciones de trabajo.
El acto principal, donde se reconoció a algunos personajes de Bellavista que han tenido un papel relevante la Cooperativa de Trabajadores y en la preservación posterior de las instalaciones y la memoria histórica de la Fábrica de Textiles de Bellavista, se desarrolló en el frontispicio de la misma. Ahí se realizó también la ceremonia solemne a la cual acudieron invitados especiales como el alcalde de Tepic Héctor González, la secretaria de Cultura Patricia Ruíz en representación del gobernador Roberto Sandoval, el diputado Miguel Ángel Arce Montiel, y otros personajes de la comunidad que como se mencionó, han dejado una huella indeleble en ella relacionado desde luego con la actividad económica de dicha Fábrica. Ahí mismo ocurrió la representación teatral desarrollada por niños de la escuela primaria Benito Juárez y la secundaria Hermanos Elías, cuyo guión y parlamentos escribió el joven Rodrigo de Jesús Dávalos Cuevas y cuya narración corrió a cargo del también adolescente Gael Ceniceros Hernández, quien con aplomo y voz clara, sin necesidad de teleprompter ni apuntador, estuvo realizando una especie de contextualización a cada pasaje de la historia de Bellavista previa a su representación dramática.
Decía que este proyecto nació de estos jóvenes y fue respaldado por sus compañeros y maestros, así como por los padres de los niños que participaron como actores y actrices ayudándoles a diseñar sus vestimentas y la utilería, contando asimismo con el apoyo de la Secretaría de Cultura. Este hecho en sí mismo es significativo porque una comunidad a iniciativa de sus jóvenes decidió recuperar su memoria histórica de la cual desde luego se sienten orgullos e identificados. El reconocimiento al talento de Rodrigo y Gael por parte de las autoridades presentes no se hizo esperar, pero resultó más conmovedora la porra espontánea que los propios estudiantes les dieron y el aplauso emocionado del público que abarrotó los jardines de la Fábrica a la sombra fresca de sus grandes fresnos donde disfrutaron la obra de teatro.
En cuanto a la huelga obrera (que para algunos sólo fue un paro laboral fugaz) encabezada por los hermanos Pedro y Enrique G. Elías y secundada por las hermanas Francisca y Maclovia Quintero, la cual estalló de manera sorpresiva el 20 de marzo, mismo que resultó un acontecimiento político inédito en la vida social de la región y del país. Como era de esperarse, los trabajadores inconformes fueron calificados por los patrones y las autoridades de maleantes y fueron amagados con ser reprimidos por la fuerza pública. Los obreros y obreras sin amedrentarse se manifestaron en la ciudad de Tepic ante el administrador de la Casa Aguirre. Sin embargo, suslíderes prefirieron no exponer a los trabajadores a ser masacrados y aunque no obtuvieron una respuesta satisfactoria a sus demandas, se puede considerar que esalucha emergente fue en sí misma una victoria de los trabajadores porque los unificó alrededor de una causa común y porque simbólicamente anticipó una rebelión social que sería incontenible.
Espero con esta breve crónica haber testimoniado y homenajeado modestamente el esfuerzo de unos jóvenes talentosos y de una comunidad orgullosa de su pasado glorioso.