Richard Youngs es uno de los personajes clave capaz de entender la tradición folk tan bien como la improvisación. Su trayectoria habla por sí misma, mostrando un apetito constante y feroz por dar rienda suelta a todo tipo de ideas ya sea en solitario, con su extensa y variada discografía o en las innumerables colaboraciones con músicos que compartían una motivación similar o incluso admiración, cuando estuvo de gira con Jandek."Festival" , pertenece a la etapa inicial de Youngs, donde la vena folk estaba menos latente y sus discos eran un desafiante puzzle sonoro. Dos años después llegaría "Sapphie" y con él, esa vocación de cantautor pero esa historia no ensombrece un disco como éste. Y más , con un debut tan tremendo como "Advent" (1990). Pero hay algo en "Festival" que lo aleja del ruido, de la experimentación y que lo representa al mismo tiempo desde la sencillez y misterioso. Estas palabras no tienen sentido al empezar "Alban Stands Here",pero pronto empieza a tomar sentido a los dos minutos con una mezcla de minimalismo y folk como si Bert Jansch invadiera el cuerpo de Philip Jeck. Ese paisajismo sonoro se vuelve celestial con "Angel Petrina Bell", quizás lo más cercano que Youngs ha estado de lo etereo y de Terry Riley. "Nathan Rice", podría ser otro recuerdo de la renovada vigencia de este disco en el contexto actual de experimentación synth y electrónica primitiva. "The Sea is Madness" despide un disco repleto de elementos desafiantes pero que principalmente, rezuma armonía. Una de las joyas de Youngs, indiscutiblemente.
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