Queda tan rica y tan bonita que hasta alguna compi pensó que era comprada, a lo que otra contestó: "Pero tú no conoces ya a la Yoli???". Jajaja..., cualquier día voy a llevar algo comprado y van a pensar que lo he hecho yo con mis manitas.
A mí estas situaciones, a pesar de no ser nuevas no dejan de hacerme gracia. O cuando me dicen que me encanta meterme en un "embolao", y es verdad, si puedo colaborar en lo que sea allí que me meto, da igual que sea haciendo una tarta, organizando una entrega de premios en un almuerzo o haciendo un montaje de vídeo o fotografía, da igual, el caso es que si ayuda a que todos lo pasemos bien pues voy de cabeza.
No os podéis hacer a la idea de lo que bien que me lo paso yo con esas cosas, aunque lo sufra también porque me gusta que todo quede muy bien. Y es que cuando veo el resultado final y cómo lo han disfrutado todos es el mejor momento, como en el caso de esta tartita, así que ahí va la receta.
Ingredientes:
* 3 huevos (separadas las yemas y las claras).
* 340 gr. de queso Ricotta.
* 40 ml. de miel.
* 25 gr. de harina.
* 1 cucharadita de vainilla en pasta.
* 1/4 cucharadita de sal.
* 32 gr. de azúcar.
* Fresas para servir.
* Sirope de fresa, hojas de menta y azúcar glas también para servir.
Preparación:
- Pre-calentamos el horno a 190ºC y engrasamos nuestros molde, yo lo he hecho con spray desmoldante y el molde que he usado es de 18 cm. para que os hagáis a una idea.
- En el vaso de la batidora mezclamos las yemas, el queso Ricotta, la miel, la harina (tamizada) y la pasta de vainilla. Batiremos a velocidad media-alta hasta que nos quede todo bien integrado, yo no lo he necesitado, pero si el queso Ricotta es muy firme es posible que necesitéis añadir 1 o 2 cucharadas de leche para falicitar su mezcla. Reservamos.
- Ahora batimos las claras de huevo y la sal a velocidad alta, hasta que se formen picos suaves.
- Añadimos poco a poco el azúcar y continuamos batiendo hasta que se formen picos duros y consistentes y se vuelva brillante. esto requerirá de unos 3-4 minutos.
- Vertemos 1/3 del merengue sobre la mezcla anterior y vamos integrando con movimientos envolventes con nuestra espátula.
- Continuamos con el resto de las claras en dos tandas, hasta que quede todo bien integrado, sin excedernos en la mezcla.
- Echamos la mezcla en nuestro molde engrasado y horneamos durante unos 50 minutos, hasta que se infle y adquiera un tono dorado. Si encontráis una grieta en la superficie tranquilos, todo va bien.
- Sacamos el pastel del horno y veréis como se nos desinfla contrayéndose, continuad manteniendo la calma, es lo que tiene que pasar.
- Dejamos enfriar por completo antes de desmoldar.
- Ya sólo nos queda cubrir con las fresas, el sirope, el azúcar glas y las hojas de menta.
Siempre habrá alguien que pueda querer amargaros vuestros mejores momentos por ser vosotros mismos, por ser diferentes, pero no lo consintáis, que no se borre nunca la sonrisa de vuestras caras. Venga, muchos besotes y hasta la próxima entrada.