Riesgo innecesario

Publicado el 08 junio 2010 por Barracuda Comespam @comespam
A menudo y en mayor número de ocasiones de las que nos gustaría, leemos en la prensa que una u otra organización ha visto comprometidos sus datos debido a una perdida, robo o negligencia que ha provocado una divulgación involuntaria de la información de la empresa. Habitualmente se producen situaciones de pérdidas de equipos o accesorios que contenían información confidencial de la compañía y a su vez, de las personas físicas y jurídicas almacenadas en el dispositivo. Estas pérdidas suelen ser de ordenadores portátiles, pero también son frecuentes las pérdidas de discos de almacenamiento USB externos o de teléfonos móviles.
Cuando leemos la noticia, cada uno suele pensar y decir en voz alta que nunca le va a suceder una cosa así y en caso de ocurrir, no pasaría nada por que no tiene información comprometida. Y es verdad hasta un punto, porque ¿y si se pierde el móvil que está conectado al correo electrónico al que llegan los mensajes que contienen información de pedidos de clientes? ¿Y si se pierde el portátil que contiene un número ilimitado de documentos Excel y Word con los datos de ventas, la información del producto que estamos a punto de lanzar, la organización de la campaña de publicidad, los datos de los pacientes, la agenda de teléfonos o el documento de las contraseñas de media organización?
La condición humana nos hace solidarios ante una pérdida, y si es de información, más aun, pensamos en la gran cantidad de trabajo que llegará al responsable de informática de la organización al tener que reconstruir nuestra máquina perdida; después sentimos impotencia porque pensamos que tendremos que vivir sin aquel equipo que no guardaba nada pero que era necesario para nuestro trabajo. Todo el tiempo que el responsable de la informática de la empresa tarde en reconstruir uno nuevo dejándolo listo para nuestro uso y en ultimo lugar nos paramos a reflexionar cuan necesaria era ciertamente esa información que guardábamos, llegando a sentir un poco de vergüenza ajena por que quien lo tenga en sus manos estará observando un sinfín de información que si era importante y necesaria, además de imprescindible porque quizás no se tiene ni copia de seguridad de la misma.
La lista de ejemplos es infinita y afecta a grandes, medianas y pequeñas empresas, incluso a los autónomos y microempresas. Nadie se libra de una situación como la expuesta, aunque los riesgos pueden tener diferente calibre en función del grado de implicación con la información que se haya llegado a tener en el momento de la perdida de los equipos.
En apenas diez minutos de despiste extraviamos un elemento que, cuando lo teníamos no era demasiado importante pero cuando nos falta es imprescindible y el sudor invade a mas de uno solo de pensar quien puede tenerlo en sus manos y que va a hacer con ello o que podría hacer con la información que contiene.
Aún hoy nos salva pensar que habrá ido a parar a un grupo de banda organizada cuyo único objetivo es sacar un dinero por ese elemento para poder satisfacer algún vicio personal y poco más, pero no siempre es así, ya se están comenzando a pedir rescates por equipos cuando es identificable la organización, por pequeña que sea, para que su dueño pueda recuperar posteriormente la información íntegramente, con todas las dudas que se mantendrán.
Cuando todos esos sentimientos invaden a uno ante la pérdida de un elemento tecnológico que contiene datos, es porque, entre otras causas, en nuestro país existe una mínima implantación a la LOPD. Mínimo conocimiento, mínima formación y mínima divulgación entre el personal de muchas organizaciones, sea cual sea su dimensión, de forma habitual.
Con una correcta aplicación de la LOPD, todas las empresas pueden superar, sin que ello suponga un trauma, la pérdida de un dispositivo que a su vez tendrá las medidas aplicadas para que el extravío no vaya acompañado de una divulgación de la información y el usuario sabrá guardar su herramienta de trabajo. Todavía hoy muy pocas empresas consideran este tema como algo fundamental en su gestión diaria.
http://www.lavanguardia.es/lv24h/20100608/53941975779.html