Riesgos de un embarazo prolongado

Por Patricia Patricia Manzano Gómez @lavidaentrebibe

Un embarazo prolongado puede tener consecuencias negativas, tanto para la madre como para el bebé. Y es que, si la mujer supera las 42 semanas de gestación, puede que comiencen las complicaciones. Los especialistas afirman que, en muchos casos, realmente no se producen embarazos prolongados, sino que hay una confusión en las fechas.

Sin embargo, también afirman que un dos por ciento sí que lo son en realidad, aunque se desconocen las causas o motivos de que se produzcan.

Así, una vez en este punto, cuando ya se ha superado la fecha indicada aproximadamente para que la mujer alumbre, puede que la placenta empiece a dejar de hacer su función correctamente, por lo que habrá riesgos de que el pequeño no reciba la cantidad de oxígeno y nutrientes de la madre que necesita. Además, como el bebé sigue creciendo, la cantidad de líquido amniótico puede disminuir y entonces el cordón umbilical podría llegar a comprimirse cuando el pequeño se mueva o cuando se produzcan las contracciones uterinas.

Consecuencias en el bebé de un embarazo prolongado

En cuanto al pequeño, pueden darse casos de síndrome de dismadurez, que consiste en que el bebé presenta características propias de insuficiencia placentaria. De este modo, puede que el pequeño tenga uñas y pelo largo, así como la piel arrugada. También puede producirse la llamada aspiración de meconio, que consiste en que el bebé puede empezar a defecar en el líquido amniótico y luego inhalarlo, llegando a sus pulmones. Como consecuencia, el pequeño podría llegar a sufrir neumonía, aunque en estos casos, el pequeño suele nacer simplemente con manchas de meconio.

En estos casos, también hay riesgo de macrosomía, ya que si el bebé tiene un tamaño demasiado grande, habrá grandes dificultades para que nazca de forma vaginal, pasando a través de dicho canal y los embarazos prolongados también tienen mayor probabilidad de muerte fetal, que implica que el pequeño muere dentro del útero. Y es que, aunque no es frecuente, sí es cierto que conforme pasan las semanas si se superan las 42 aumenta el riesgo de que ocurra.

Riesgos para la madre

También la madre está expuesta a riesgos en caso de que se prolongue el embarazo. En estos casos, es frecuente que la mujer sufra lesiones perineales, ya que, los bebés suelen ser de mayor tamaño y el esfuerzo durante el parto es mayor, así como las consecuencias. Del mismo modo, aumenta también la posibilidad de que el parto sea por cesárea, por el mismo motivo anteriormente indicado de que hay mayor sufrimiento fetal, por el gran tamaño del bebé y la dificultad para pasar por el canal vaginal.

Por todo ello, cuando la mujer supere esta barrera en su periodo de gestación será fundamental que se controle su estado exhaustivamente. Y es que, su médico o matrona se asegurarán de que el bebé se encuentra bien, mediante el control fetal y ultrasonido. En caso de que esté bien, se esperará a que el parto comience de forma natural. Por el contrario, si se detecta que el pequeño está teniendo problemas, se decidirá si es necesario inducir el parto u optar por una cesárea.