por Pablo A. Llerandi-Román
“Jamás he visto cosa igual – nos decía un viejo marino, avezado a estas furias desencadenadas de los elementos – A las dos de la madrugada – expresaba – habían pasado, camino al mar, varias casas y bohíos. De la mayor parte de ellas salían gritos de personas que pedían socorro. Una de aquellas casas llevaba los quinqués encendidos. Pudimos ver desde el Paseo Víctor Rojas a los moradores de ella arrodillados, orando en alta voz. ¡Era una plegaria que emanaba del alma! ¡Era aquél un espectáculo desgarrador!”
Según los datos tomados en la Central Cambalache por el Servicio Geológico Federal de los EE.UU. el nivel del Río Grande de Arecibo subió unos 7.4 m (24.4 pies) por encima de la base de medición y su caudal fue de aproximadamente 5,522 m3/s (195,000 pies cúbicos por segundo). ¡Esa es una gran cantidad de agua! Es como si toda el agua que cabe en 138 marquesinas de un carro pasara por un punto del canal del río cada segundo. En comparación, el caudal promedio en 29 años de datos es de aproximadamente 14 m3/s (504 pies cúbicos por segundo).
Las inundaciones de los ríos durante el paso de San Ciriaco y Georges fueron parecidas y ocurrieron aproximadamente a 100 años una de la otra. Pudiera parecer que las inundaciones ocurren a intervalos regulares, en este caso, inundaciones grandes cada 100 años. Esta idea puede generar una falsa sensación de seguridad en el pueblo. Aunque son frecuentes, las inundaciones no ocurren a intervalos regulares.
Los geólogos utilizamos el término inundación que ocurre cada 100 años para referirnos a una inundación de río de una magnitud mucho más grande que las que ocurren frecuentemente cada año. Por ejemplo, hay inundaciones de río que son de una escala mayor y podríamos referirnos a ellas como inundaciones que ocurren cada 1,000 años o cada 5,000 años dependiendo de su magnitud y frecuencia. En general, sabemos que las inundaciones grandes ocurren menos frecuentemente que las inundaciones pequeñas.
El concepto de las inundaciones que ocurren cada cierta cantidad de años es uno estadístico y está relacionado con el intervalo de recurrencia. En este caso, el intervalo de recurrencia representa el número promedio de años entre inundaciones de magnitud similar. En otras palabras, el intervalo de recurrencia explica en términos generales cuantos años pueden pasar sin que veamos una inundación de una magnitud específica. Esto no significa que inundaciones de la misma magnitud van a ocurrir solo cada cierto tiempo ya que inundaciones similares pueden ocurrir en cualquier momento que las condiciones necesarias de lluvia y escorrentía se den.
En el caso de una inundación que estadísticamente ocurre cada 100 años, su intervalo de recurrencia nos dice que inundaciones similares pueden ocurrir, en promedio, una vez cada 100 años. Sin embargo, existe la posibilidad de que inundaciones similares ocurran en más de una ocasión durante el mismo período ya que hay una probabilidad del 1% de que ocurran cada año (porcentaje de ocurrencia calculado como 1 evento cada 100 años). En comparación, el porcentaje de ocurrencia por año de inundaciones de menor magnitud como las que ocurren cada 2 años es 50% (1 evento cada 2 años). Este porcentaje de ocurrencia es mayor que el de las inundaciones de mayor magnitud que ocurren cada 100 años (1%). Los números del intervalo de recurrencia se pueden apreciar mejor en esta tabla.
Es más común que existan las condiciones naturales para que un río se desborde solo un poco, cubriendo un área de varios centímetros a varios metros cuadrados, a que se desborde cubriendo un área de muchos kilómetros cuadrados como pasó durante San Ciriaco y Georges.
Los planificadores y científicos recolectan datos que incluyen la cantidad de años con observaciones y la magnitud de las inundaciones en las estaciones de medición en los ríos. Estos datos se utilizan para calcular el intervalo de recurrencia y así estimar la probabilidad de que inundaciones de cierta magnitud ocurran en diversas zonas. También se utilizan para hacer mapas de riesgo de inundaciones. Usted puede tener acceso a los datos a través del Servicio Geológico Federal de los EE.UU. Los ríos en Puerto Rico son monitoreados constantemente y a todas horas, incluyendo mediciones que se han tomado por décadas.