por Pablo A. Llerandi-Román
Los eventos ocurrieron en septiembre, octubre y noviembre de 1985. Latinoamérica se llenó de dolor por la desgracia sufrida por miles de familias que vivían en esa delicada y congestionada intersección entre la infraestructura urbana y las zonas de riesgos geológicos. Un terremoto en México, un deslizamiento de tierra en Puerto Rico y una erupción volcánica en Colombia les costó la vida a unas 30,000 personas. Otras 150,000 personas se vieron afectadas por estos eventos geológicos (ver datos).
La posibilidad de un deslizamiento no había pasado desapercibida. Mameyes estaba incluido en un mapa de susceptibilidad de deslizamientos de tierra como una zona de riesgo moderado antes de que ocurriera el evento. Este tipo de mapas explica cuan posible es que ocurra un deslizamiento. Desafortunadamente, en octubre de 1985 la susceptibilidad a deslizamientos de tierra en Mameyes era relativamente alta. M. C. Larsen explica las razones para la alta susceptibilidad a deslizamientos así: (1) a la hora del evento las personas no tuvieron muchas oportunidades para protegerse ya que estaban durmiendo; (2) la mayoría de las casas se construyeron sin seguir los códigos de construcción o planificación; (3) muchas casas tenían pozos sépticos que descargaban sus fluidos al terreno infiltrándose hasta los estratos más impermeables. Este proceso, junto al agua de lluvia que penetró al terreno, contribuyó a formar la zona de falla del deslizamiento. Finalmente, (4) una tubería rota en la parte alta del monte vertió unos 4 millones de litros de agua en el área del deslizamiento y (5) la geología del área, con los estratos inclinados pendiente abajo, contribuyó a que los bloques se deslizaran. Hasta esa fecha el gobierno de Puerto Rico no tenía un programa de educación sobre riesgos geológicos ni había un plan concreto para prevenir, mitigar o recuperarse de un desastre como el de Mameyes. Es importante investigar la situación actual y tomar las acciones pertinentes para mejorarla.
Hay varios factores básicos que juegan un papel importante en la ocurrencia de deslizamientos de tierra. Entre estos se encuentran: la meteorización, erosión y fracturación de las rocas, la gravedad, el agua, la inclinación de la pendiente y por supuesto, la geología del área.
El agua, como pasó en Mameyes, se infiltra en las fracturas y grietas de la roca y en los poros de los sedimentos. Una vez en las grietas de las rocas y poros de los sedimentos el agua ejerce una presión significativa que disminuye la fricción entre los bloques de roca y granos de sedimentos facilitando así su deslizamiento pendiente abajo. El efecto del agua es como el de una cuña que separa los granos o bloques unos de otros, reduciendo así la fricción y facilitando el inicio de los deslizamientos. Además, el agua puede socavar la base de las pendientes, y mediante su efecto erosivo puede aumentar el tamaño de las grietas y cavidades en la roca y sedimentos creando inestabilidad en la pendiente. Si no hay agua en el material la fricción entre los granos o bloques de roca aumenta, reduciendo así la posibilidad de que ocurra un deslizamiento.
Se pueden estudiar los deslizamientos de tierra de manera informal y de forma sencilla con arena seca, húmeda y saturada. ¿Cuál tiene el ángulo de reposo más alto? ¿Cuánta agua se necesita en la arena para que esta se comporte como un fluido? ¿Cómo compara esto con lo que ocurre en la naturaleza?