Creo que todos mis riesgos han sido moderados, pero hay otros padres que no lo ven así, que llevan a sus hijos por esta vida con unos niveles de seguridad que no han resultado igual de moderados o, al menos, su resultado no ha sido así puesto que han tenido un trágico final. Se tratan de esos riesgos en los que no se ha quedado en "casi pasa..." o "a punto estuvo de...". Cada vez que veo las noticias y aparece un caso así, tengo la misma sensación de miedo de poder llegar a hacer lo mismo algún día con mis hijos, de forma inconsciente, claro está.
No se me ocurre acercarme a animales bravos o salvajes con un bebé en brazos, me parece algo lógico alejarlo de un animal, que por muy noble que sea, siempre puede hacer un movimiento inesperado que tenga un final triste. Tampoco se me ocurre dejar a un bebé con una persona que apenas conozco y confiar en sus bondades como cuidador de lactantes. Mucho menos, pasear por una zona en la que hay riesgo de recibir la dureza de las inclemencias de la naturaleza cuando hay alternativas.No se me ocurre hacer cosas que yo puedo considerar un riesgo, pero no tengo muy claro dónde está el límite. Si llevar un bebé a un centro comercial es un riesgo, si subirlo al coche es un riesgo, si pasear por un parque cerca de donde juegan los niños al fútbol es un riesgo, ... En definitiva, sí sé lo que es un riesgo, pero no tengo claro lo que no lo es. Solamente espero que siempre que pase por alto una situación de riesgo, todo quede "a punto" de ser un "casi", porque si ya lo paso mal viendo noticias trágicas de niños no me puedo imaginar cómo me sentiría si le pasa algo (aunque no sea más que un golpe que acabe en un moratón) a un menor que esté bajo mi cuidado por una mala evaluación del riesgo.
Muchas veces, tal vez demasiadas, he puesto en riesgo mi vida. Todo es un riesgo en la vida y más si no tenemos el suficiente cuidado. También soy consciente de que he puesto en riesgo a menores a mi cargo, pero siempre de forma medida. Cuando los he cogido en brazos se me podían caer, especialmente cuando he subido o bajado por las escaleras, también cuando los he llevado de un sitio a otro en el coche, porque no nos engañemos la silla de seguridad por muy homologada qué esté y por muchas estrellas que tenga, no es un escudo perfecto que actúe como un escudo inhibidor de todo golpe.