Riff: cómo aprovechar los vídeos colaborativos de Facebook en el aula
El consumo de contenidos en formato vídeo continua creciendo a un ritmo imparable. Para Facebook no es ningún misterio ya que a golpe de un solo click puede monitorizar los hábitos digitales de más de mil millones de usuarios y por eso acaba de lanzar .
¿En qué consiste Riff?
Se trata de una aplicación que te descargas en el smartphone ( iPhone y Android) para crear clips de vídeo de corta duración (no más de 20 segundos) y con los que tus amigos de Facebook puede interactuar. Lo primero que debes hacer es crear un tema, por ejemplo #momentosSemanaSanta y de esta forma se le mostrará a tus contactos. Ellos a su vez podrán aportar a su vez nuevos clips de vídeo que se unirán al final del tuyo. De esta manera la duración total del video variará según el número de clips encadenados que tenga. Otra de las características de Riff es que el video resultante se podrá compartir en cualquier web de Internet y no exclusivamente en Facebook.
¿Qué usos tendrá Riff?
Reconozcamos lo evidente, que buena parte de los vídeos generados con Riff serán una innumerable cantidad de chorradas. Lo raro sería que esto no sucediese y además es lógico teniendo en cuenta que los early adopters serán probablemente adolescentes que empiecen a experimentar con esta app. En cualquier caso no debemos descartar el potencial de la herramienta para utilizarlo en áreas como la educación.
Riff como herramienta de aprendizaje
En el sector educativo estamos cambiando la concepción de muchas cuestiones, desde el rol que adoptamos los formadores hasta las herramientas que utilizamos pasando por la propia metodología (véase, por ejemplo, el interés que está suscitando el modelo de aula invertida también conocida como flipped classroom). En el caso de Riff, el aspecto colaborativo me parece que aporta un elemento suficientemente interesante como para ser explorado en alguna actividad de clase. Pensemos que la creatividad a menudo parte del axioma "copia, combina y transforma" por lo que un primer clip de video bien planteado por parte del formador puede ser una fuente de inspiración y el estímulo que provoque una reacción en cadena en los alumnos.